"Canto por Gloria Amaya" de Alfredo M Cepero.

sábado, 9 de enero de 2010

Un lamento negro y hondo
tiñe de luto y dolor a mi campiña cubana.
Se fue la madre de todos
los que regaron con sangre el surco de la esperanza,
los que en el largo camino
aún sufren cautiverio por rescatar a la patria,
los que enfrentan a las turbas
en los parques y las calles de nuestra Cuba aterrada,
los que mueren de añoranza
en el terrible vacío de la ausencia y la distancia.

Se nos ha ido la más alta
del Batallón de Vergüenza que son nuestras Damas Blancas.
La heredera indiscutida
de matronas legendarias como Leonor y Mariana.
El vientre privilegiado
del que nacieron centauros de dignidad ciudadana.
La mujer sin fuerza física
pero con fuerza moral que ha ganado mil batallas.
Por eso lloramos todos
con este dolor profundo de la muerte adelantada
de aquella mambisa brava
que a su paso por la Tierra llamáramos Gloria Amaya.

Pero Gloria no se ha ido
como mensaje y ejemplo de dignidad y esperanza.
Desde la Gloria de Dios
esta heroína sin miedo a la furia de los sátrapas
seguirá rompiendo lanzas
para que a Cuba regresen libertad y democracia,
los niños tengan futuro,
los jóvenes un presente sin dejar la tierra amada,
los viejos la paz serena
del puerto seguro y digno que han ganado con sus canas
y se rompan las cadenas
que ahogaron por medio siglo a la patria esclavizada.

Miami, Florida, E.U.A., 9 de enero del 2010.

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