Nuevamente "Las Damas de Blanco"objeto de ataques de turbas castristas en la calles de la Habana;Nuestras mambisas en accion.

martes, 16 de marzo de 2010

 
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Habana, 15 de marzo.― Los gritos y las injurias por hombres y mujeres organizados por la policía política cubana se escucharon. Se vió a las turbas como si estuvieran arrollando en una conga callejera, vociferando y gritando a todo pulmón contra las Damas de Blanco la consigna: ¡Esta calle es de Fidel!

La consigna ¡Esta calle es de Fidel!, trae el recuerdo de un eslogan de Adolfo Hitler, referido a que por las calles de Alemania únicamente podían transitar los nazis, mientras que a los judíos y al resto de los alemanes les era proscrito el tránsito.

La arbitrariedad, violencia, odio y discriminación están presentes en las calles de Cuba, por obra y gracia del régimen castrista.

"Las calles son sólo para los revolucionarios", han asegurado funcionarios cubanos, en referencia a que no se debería permitir que las Damas de Blanco ejercieran el derecho universalmente reconocido de manifestarse pacíficamente reclamando la libertad de sus familiares. Las turbas paramilitares han sido lanzadas a las calles de La Habana, para descargar su odio contra inermes mujeres. Los agentes del castrismo disfrazado de pueblo no tienen otra perspectiva que la destrucción y la golpiza.

¿Qué defienden?, defienden la perpetuidad en el poder de un sistema agotado y condenado por la historia. No defienden el derecho a la libertad, reprimen a quienes intentan ejercerlo. No estimulan el desarrollo de las ideas, agreden a quien intentan practicarlo. La calle, como la patria, como la libertad, como la justicia, no es de Fidel, es de todos los cubanos. Los que hoy insultan y agreden a las Dama de Blanco en las calles, no son ni pueden ser realmente cubanos.

Hay que enaltecer el valor de los derechos humanos, en ejercicio de las relaciones interpersonales y políticas. Una sensación de convergencia hacia un objetivo común: el sentido de la cubanía, identidad nacional, el legado de los forjadores de nuestra independencia, la convicción absoluta de que la patria debe de edificarse y preservarse como lo sentenció el apóstol José Martí: "Con todos y para el bien de todos".

Reportó desde La Habana, el periodista Carlos Serpa Maceira, corresponsal en la isla de Misceláneas de Cuba, y director de la Unión de Periodistas Libres de Cuba.

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