"Dios los Cria,y el diablo los Junta"Por Armando Valladares.

sábado, 21 de mayo de 2011

(Vicario de Trpoli,Monseñor Giovanni Innocenzo Martinelli)(foto archivo)


El Vicario de Trípoli, Monseñor Giovanni Innocenzo Martinelli denunció la muerte de 40 civiles a consecuencia del bombardeo de los aviones de los aliados.
Es la primera vez que una fuente distinta del gobierno Libio denuncia la muerte de civiles en los ataques aéreos de la OTAN.

Declaró Martinelli (con sorna) que “los bombardeos humanitarios han causado la muerte de decenas de civiles en algunos barrios de Trípoli” (textual). Sigue diciendo que los aliados han bombardeado hospitales y edificios de civiles. Indudablemente que estas declaraciones son aplaudidas por Gadafi.

Sin embargo, el periódico español El País reporta “que pese a las informaciones del representante del Vaticano, los periodistas que se encuentran en la zona no han podido constatar esta información. Desde que comenzaron los bombardeos de la coalición—sigue diciendo El País—los reporteros internacionales alojados en Trípoli han insistido en que se les muestren las víctimas civiles de los ataques aliados, pero el régimen no ha mostrado todavía ninguna” (textual de El País). Esto lo informa Álvaro de Cozar, reportero de ese diario en Trípoli.

Gadafi ha estado denunciando la “masacre” de los aliados a los civiles, pero hasta ahora no han aparecido las víctimas. El “único” que las ha “visto” ha sido el representante del Vaticano.

Por su parte la OTAN inició una investigación y un portavoz de la Alianza Atlántica ha reiterado que no tienen hasta ahora información que pueda confirmar lo relatado por el Vicario de Trípoli.

No sería raro e inusual que los bombardeos produzcan víctimas civiles. Desafortunadamente eso pasa en las guerras y es triste y lamentable.

Es interesante señalar que la sensibilidad de Monseñor Martinelli (en la foto) NO se despertó para denunciar los cientos de civiles masacrados por Gadafi, no denunció el ametrallamiento de la población civil, masacre ésta que estremeció la opinión pública mundial y que motivó que los países de la OTAN decidieran intervenir para frenar el genocidio de Gadafi.

Cuando esto ocurría, guardó silencio. Un silencio cómplice, digo yo...el representante del Vaticano no levantó su voz...ni una palabra, ni una frase. Ni una oración...Él solo denuncia los “muertos”, que hasta ahora nada más que él y Gadafi han visto, y atribuidos a los bombardeos de la coalición. Los que Gadafi asesina no merecen sus denuncias, es como si no fueran también seres humanos.

Ayer Monseñor Martinelli reclamó: “Una salida digna para Muamar el Gadafi”. Quizás esta declaración enérgica del representante del Vaticano sirva para que los lectores mediten en su actitud y saquen sus propias conclusiones.

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