(fotos publicadas por el autor en nuevo accion)
(6-13-10-12:50PM)
No hacen falta palabras para describir como el odio de los carceleros castristas se ensañó en Ariel Sigler Amaya. Basta mirar estas contrastantes fotos. En la primera, Ariel sostiene, ayer, (a su llegada a su casa tras ser liberado por la presión internacional e interna y por su paupérrimo estado de salud, para evitar que muera en la cárcel) una foto del saludable y fuerte Ariel de hace siete años. En la de la izquierda, las piernas de este patriota irreductible en la actualidad.
¿Es necesario agregar algo más? ¿No le basta al mundo y a la gran prensa internacional--tan benévola con el castrismo--para saber como se trata a los prisioneros políticos y de conciencia en las infames cárceles cubanas?
Miren nuestros hermanos de Iberoamérica esta prueba viviente de lo que trae el castrismo, el comunismo y el socialismo del Siglo XXI y despierten de una vez, ahora que aún están a tiempo.
¿Puede alguien con vergüenza, coraje y honor, mirar con indiferencia este y los otros crímenes que se cometen a diario en las cárceles castristas y en las calles de nuestro Archipiélago?
¿Es posible que haya un cubano de vergüenza con sangre en las venas, que no arda en deseos de pelear ante este abominable crimen?
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