martes, 1 de junio de 2010
Le he preguntado a algunos amigos míos que estudiaron economía y la ejercen lo mismo que les pregunté a otros que están inmersos en el ciclón del descalabro económico: ¿Cómo enhebramos las aspiraciones de la gente común con la falta total de producción en el país?
Noto que mi pregunta los deja atontados. Ellos no ‘planifican’ la economía, no deciden. Forman parte de ese todo que tiene que esperar las decisiones de los mandamases de un país en guerra.
Por estos días los periódicos cubanos publican opiniones de los lectores sobre la futura cooperativización de la gastronomía y servicios menores.
Son cartas dirigidas a los órganos de prensa del partido único en que solamente se publican los pareceres de quienes arreglarían el socialismo a su antojo, pero bajo la mirada aguileña del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.
Me interesa este tipo de comentarios, es de las mejores metáforas que se puedan hallar: todos quieren cambio, pero dentro del mundo rancio del control totalitario, quieren elevar su calidad de vida, pero a fuerza de la
solidaridad impuesta a los cubanos, bajo pena de dejarnos sin servicios médicos, hoy exportados a Venezuela y demás consortes del ALBA.
No voy a recurrir al manido argumento de decir que el Granma me parece de otro planeta porque vivo en el mismo país donde la gente usa como papel higiénico, el único documento donde se publican sus logros y hazañas como si no fueran una mentirita más.
Holguín, la provincia donde vivo, ha intentado mil veces restablecer los planes de viandas y hortalizas, pero una y otra vez, cuando logran algo lo llevan a otra provincia o penetra sigilosamente al mercado negro, donde nos
chupan sin remedio la última gota de sangre en el mes.
"Ponerle el Cascabel al Gato"Publicado por Luis Felipe Rojas en su Blog "Cruzar las Alambradas"
Publicado por Unknown en 16:37
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