PARA EDUARDO AROCENA;YA ES HORA(www.lavisita.com)Por Frank Caner.

jueves, 30 de agosto de 2012


Impulso definitivo para la libertad de Eduardo Arocena

8/29/2012 02:10:00 p.m.
Publicado por Frank Caner

Eduardo Arocena esta a punto de tener una oportunidad excepcional para salir bajo libertad condicional, tras haber cumplido 30 años de prisión y haber sufrido un dramático deterioro de su salud es urgente que le demos un decisivo impulso a su defensa legal para que pueda ir representado a su vista para recibir un Parole, es vital que cada uno de sus amigos, cubanos o no, amantes de la libertad, la justicia y los derechos humanos hagamos una contribución monetaria por mínima que sea para cubrir los gastos de representación.
La oportunidad por la que tanto se ha luchado es ahora, no lo dejemos abandonado, la guerra fría ha terminado hace mucho, no dejemos morir tras las rejas a este cubano que tanto ha sacrificado por la causa de la libertad, hoy mas que nunca antes necesita de la solidaridad de TODOS.

Para colaborar con su defensa envíe Cheque o Money Order a nombre de

EDUARDO AROCENA LEGAL DEFENCE

Enviar a :

Miriam Arocena
P.O.Box 831451
Miami, FL 33183
Para mas información llamar a:
Miriam Arocena : 786-262-8796





EL HIMNO DE AYER.... EL HIMNO DE HOY

miércoles, 29 de agosto de 2012


Himno del desterrado



Por José María Heredia

7 de septiembre de 1825

Reina el sol, y las olas serenas

Corta en torno la prora triunfante,

Y hondo rastro de espuma brillante

Va dejando la nave en el mar.



“¡Tierra!” claman: ansiosos miramos

Al confín del sereno horizonte,

Y a lo lejos descúbrese un monte...

Le conozco... ¡Ojos tristes, llorad!



Es el Pan... En su falda respiran

El amigo más fino y constante,

Mis amigas preciosas, mi amante...

¡Qué tesoros de amor tengo allí!



Y más lejos, mis dulces hermanas,

Y mi madre, mi madre adorada,

De silencio y dolores cercada

Se consume gimiendo por mí.



Cuba, Cuba, que vida me diste,

Dulce tierra de luz y hermosura,

¡Cuánto sueño de gloria y ventura

Tengo unido a tu suelo feliz!



¡Y te vuelvo a mirar...! ¡Cuán severo

Hoy me oprime el rigor de mi suerte!

La opresión me amenaza con muerte

En los campos do al mundo nací:



Mas ¿qué importa que truene el tirano?

Pobre, sí, pero libre me encuentro:

Sola el alma del alma es el centro:

¿Qué es el oro sin gloria ni paz?



Aunque errante y proscrito me miro

Y me oprime el destino severo,

Por el cetro del déspota ibero

No quisiera mi suerte trocar.



Pues perdí la ilusión de la dicha,

Dame ¡oh gloria! tu aliento divino.

¿Osaré maldecir mi destino,

Cuando aún puedo vencer o morir?



Aun habrá corazones en Cuba

Que me envidien de mártir la suerte,

Y prefieran espléndida muerte

A su amargo, azaroso vivir.



De un tumulto de males cercado

El patriota inmutable y seguro,

O medita en el tiempo futuro,

O contempla en el tiempo que fue,



Cual los Andes en luz inundados

A las nubes superan serenos,

Escuchando a los rayos y truenos

Retumbar hondamente a su pie.



¡Dulce Cuba! en tu seno se miran

En su grado más alto y profundo,

La belleza del físico mundo,

Los horrores del mundo moral.



Te hizo el Cielo la flor de la tierra:

Mas tu fuerza y destinos ignoras,

Y de España en el déspota adoras

Al demonio sangriento del mal.



¿Ya qué importa que al cielo te tiendas,

De verdura perenne vestida,

Y la frente de palmas ceñida

A los besos ofrezcas del mar.



Si el clamor del tirano insolente,

Del esclavo el gemir lastimoso,

Y el crujir del azote horroroso

Se oye sólo en tus campos sonar?



Bajo el peso del vicio insolente

La virtud desfallece oprimida,

Y a los crímenes y oro vendida

De las leyes la fuerza se ve.



Y mil necios, que grandes se juzgan

Con honores al paso comprados,

Al tirano idolatran, postrados

De su trono sacrílego al pie.



¿A la sangre teméis...? En las lides

Vale más derramarla a raudales,

Que arrastrarla en sus torpes canales

Entre vicios, angustias y horror.



¿Qué tenéis? Ni aun sepulcro seguro

En el suelo infelice cubano.

¿Nuestra sangre no sirve al tirano

Para abono del suelo español?



Vale más a la espada enemiga

Presentar el impávido pecho,

Que yacer de dolor en un lecho,

Y mil muertes muriendo sufrir.



Que la gloria en las lides anima

El ardor del patriota constante,

Y circunda con halo brillante

De su muerte el momento feliz.



Al poder el aliento se oponga,

Y a la muerte contraste la muerte:

La constancia encadena la suerte;

Siempre vence quien sabe morir.



Enlacemos un nombre glorioso

De los siglos al rápido vuelo:

Elevemos los ojos al cielo,

Y a los años que están por venir.



Si es verdad que los pueblos no pueden

Existir sino en dura cadena,

Y que el Cielo feroz los condena

A ignominia y eterna opresión,



De verdad tan funesta mi pecho

El horror melancólico abjura,

Por seguir la sublime locura

De Washington y Bruto y Catón.



¡Cuba! al fin te verás libre y pura

Como el aire de luz que respiras,

Cual las ondas hirvientes que miras

De tus playas la arena besar.



Aunque viles traidores le sirvan,

Del tirano es inútil la saña,

Que no en vano entre Cuba y España

Tiende inmenso sus olas el mar.

"UN JOVEN AUTOR CON VERGUENZA"

El actor cubano Roberto San Martín, hijo de la actriz Susana Pérez y protagonista de la película "Habana Blues" dedico una carta abierta al pintor cubano Alexis Leyva (Kcho) con motivo de sus declaraciones en la Asamblea del Poder Popular donde pidió que se cobraran impuestos al 100% de los cubanos, incluso a los que no trabajaban. Las palabras de Alexis Leyva (Kcho) han causado indignación en muchos cubanos y Roberto San Martín le escribió esta muy buena carta que circula por Internet.


Hoy se que me voy a ganar enemigos.Al menos uno. Hoy estoy seguro de que a muchos no van a gustar mis palabras pero no puedo permitir tanta demagogia en tan poco espacio cerebral.

Señor Kcho. Es vergonzoso y vergonzante que usted exija que a todos los cubanos(incluso los que no trabajan, pero son una "carga"para el estado)se les cobre impuestos. Usted que cobra miles de miles de dólares por sus obras, Ud. que disfruta privilegios que ningún cubano de a pie , en edad laboral y económicamente activo ha disfrutado nunca en Cuba. Usted que además goza de inmunidad ante actividades por las que cualquier cubano pasaría media vida en prisión. Ud. que es el ejemplo más flagrante de la doble moral socialista, del doble rasero con el que se mide el arte por la revolución cubana. Ud. que no es más que un semianalfabeto con suerte incapaz de articular dos palabras con coherencia , oportunista y oportuno constructor de barcos que nunca van a ninguna parte.

Usted que si tiene todo que agradecerle a esa revolución. Es vergonzoso y vergonzante oír estas palabras salir de su boca pastosa, seca, rígida.Es paradójico también que se usen sus palabras como ejemplo para instar a tener mano dura con los infractores, cuando sabemos que usted infringe leyes mucho más lógicas sin que la ley ni ninguno de sus agentes tengan nunca el valor de ni siquiera investigarlo(porque usted es el niño lindo de el Coma).Es descorazonador darse cuenta de que el sistema en Cuba funciona como en cualquier otro sitio de esos que se critican a diario en las mesas redondas. Donde se absorbe y absuelve a todo el que un día quiso estar al margen, porque esos barquitos que usted pinta y hace en un principio no eran un homenaje a yate Granma.No, esos barcos hablaban de otras muchas embarcaciones perdidas en el mar en los años 90 y en los 80 y en todos los años de la revolución, esos barcos hablaban de huidas y desencuentros, de que el miedo a los tiburones se hace pequeño ante el miedo a la falta de todas las libertades. Hablaban de lo mismo que hablaba una canción de Carlos Varela(foto de familia).

Eso, ese simbolismo marino (y no la Revolución ) lo hizo conocido señor Kcho, ese simbolismo social lo llevo a las grandes ferias del arte mundial,le dio premios,lo convirtió en uno de los pintores más reconocido dentro del panorama internacional,pero no fue la revolución, fue Ud. o fue la situación o su inspiración o todo eso junto y más. La Revolución solo se sirvió de ese fenómeno y sus debilidades(las suyas Kcho no las del fenómeno) para mantenerlo a raya y de su lado. Para convertir a un disidente en potencia en un demagogo oportunista. Para hacer de un gran pintor (pero corto en entendimiento) en una marioneta que habla sin pensar.

Como puedes Kcho llenar de mierda de esta manera a tus coterráneos y seguir durmiendo en las noches? De verdad dices lo que piensas? Es justo lo que planteas? Tu crees que el que no paga impuestos lo hace solo por el hecho de robarle al estado ?Tú no crees que si cada cubano cobrara justamente por su trabajo una cantidad que le diera para vivir decentemente (léase: comer, vestir, bañarse, etc) y además pagar los impuestos no lo harían ?

Si lo harían porque el cubano no es ladrón por naturaleza,pero vivimos en un sistema que permanentemente nos roba (desde derechos a insumos)y nos obliga a robarle lo mínimo para sobrevivir. ¿Que esperabas? Es justo que tú hayas celebrado tu boda en una casa perteneciente al comité central (mas específicamente al Comandante) con una fiesta a todo trapo( con sexo ,drogas y rock and roll) mientras millones de cubanos tratan de sobrevivir día a día con lo que le pueden robar al sistema? Es justo que tu viajes con cualquiera de tus amantes a cualquier parte del mundo, mientras millones de cubanos no han visto nunca su foto en un pasaporte? Eres justo Kcho?. No, creo que no.

Creo que a veces ,si no se sabe que decir,si no se tiene que decir,o si no hay libertad para decir lo que se quiere es mejor quedarse calladito. El silencio al menos mantiene la sensación de inteligencia. Estas declaraciones para mi te convierten en un Kcho de hijo de puta.

Un saludo revolucionario, el hijo de Guillermo Tell

"El verdadero camino del exito"Por Jesus Rodriguez Gomez

lunes, 27 de agosto de 2012


Un hombre estaba perdido en el desierto, destinado a morir de sed. Por su buena ventura llegó a una cabaña vieja, desmoronada, sin ventanas ni techos. El pobre hombre anduvo por ahí y se encontró con una pequeña sombra dónde acomodarse para huir del calor y el Sol del desierto. Mirando a su alrededor, vio una vieja bomba de agua, toda oxidada, él se arrastró hacia allí, tomó de la manivela y comenzó a bombear, a bombear y a bombear sin parar ¡Pero nada sucedía!!! Desilusionado, cayó postrado hacia atrás, notó que a su lado había una botella vieja, la miró, la limpió de todo el polvo que la rodeaba y pudo leer un recado que decía:

“Usted necesita primero precargar la bomba con toda el agua que contiene esta botella mi amigo, después, por favor tenga la gentileza de llenarla nuevamente antes de marchar”

El hombre desenroscó la tapa de la botella, y en realidad, ahí estaba el agua. La botella estaba llena de agua! De repente, él se vio en un dilema, si bebiese aquella agua, él podría sobrevivir, pero si la vertía en esa bomba vieja y oxidada, tal vez obtendría agua fresca, bien fría, del fondo del pozo, y podría tomar toda el agua que él quisiese, o tal vez no, tal vez, la bomba no funcionaría y el agua de la botella sería desperdiciada! ¡Podría morirse de sed! ¿Qué debería hacer?

Derramar el agua en la bomba y esperar a que saliese agua fresca, o beber el agua vieja de la botella e ignorar el mensaje que le había dejado un desconocido? Debería perder toda aquella agua en la esperanza de aquellas instrucciones aparentemente poco confiables, escritas no sé cuánto tiempo atrás???

Con grandes dudas, el hombre derramó toda el agua en la bomba, enseguida agarró la manivela y comenzó a bombear, y la bomba empezó a rechinar y rechinar sin parar… ¡Nada Pasaba! La bomba continuaba con sus ruidos y entonces surgió un hilo de agua, después un pequeño flujo y finalmente, el agua corrió con abundancia, agua fresca, cristalina. Él llenó la botella y bebió ansiosamente, la llenó otra vez y tomó aún más de su contenido refrescante! Enseguida, la llenó de nuevo para el próximo viajante, la llenó hasta la boca, tomó la pequeña nota y aumentó la frase:

“Créame que funciona, usted tiene que dar toda el agua antes de obtenerla nuevamente!”

Cuántas veces tenemos miedo de iniciar un nuevo proyecto pues éste demandará de una inversión de tiempo, dinero, preparación y conocimiento. ¿Cuantos se han quedado parados satisfaciéndose con los resultados mediocres? ¡Cuando podrían conquistar victorias significativas!

Unas pocas veces en la vida, se nos presentan Oportunidades Bellísimas que pueden ayudarnos a ser Mejores Personas, o Abrirnos Nuevas Puertas que nos conducen a un Mundo Mejor. Pero quizás siempre tememos, en vez de entregarnos y confiar, nos frenamos a nosotros mismos quedándonos inmóviles delante del camino porque las dudas y nuestra inseguridad nos paraliza, y tomamos así sólo un poquito de la vida, casi insuficiente, cuando si venciéramos nuestros miedos y temores, tendríamos a nuestro alcance toda la fuente para tomar todo lo que deseásemos.

“La vida, es un desafío” Si esto pudiera ser cierto ¿Por qué entonces no nos arriesgamos? ¿Por qué no creemos? ¿Por qué nos frenamos a nosotros mismos con nuestros miedos? Alguien dijo una vez que “El tren pasa algunas veces por nuestra vida cargado de cosas bellas, que está en nosotros arriesgarnos y subir… o dejarlo pasar”

¿Y si no vuelve a pasar el tren?

¿Has oído alguna vez que LA OPORTUNIDAD de tu vida sólo se presenta una sola vez?

¿Y si la dejamos pasar y no se repite?

Quizás lo más triste de esta vida, es dejar que pasen los años y luego mirar atrás y lamentarse por lo que podríamos haber conseguido, por lo que podríamos haber sido, pero que no hicimos por temor a triunfar.

Entonces seamos Valientes! Tomemos nuestra Botella y no dudemos, derramemos el agua en la bomba y obtendremos un manantial de agua fresca y cristalina en la que nos veremos reflejados y triunfadores. Y al fin, comprenderemos, que “Todo es posible si nos arriesgamos. Si no dudamos, todo es posible”

"LA LIBERTAD ES EL UNICO CAMINO DE LA PAZ"Por el Dr Oscar Elias Vicet.

miércoles, 8 de agosto de 2012 


El viaje del mandatario del régimen cubano, Raúl Castro, a Vietnam y a la Republica Popular China molestó intensamente a su hermano Fidel, comandante retirado y ex-jerarca principal del Castro-estalinismo en Cuba. En su afán obsesivo de prolongar su sistema decadente y sin importarle el sufrimiento del pueblo cubano, Fidel Castro criticó públicamente al régimen de China Comunista. Ahora bien, aunque dicha nación no ha tenido la decencia de garantizar a sus ciudadanos los derechos humanos básicos; por lo menos ha dado pasos concretos para liberalizar su economía e instaurar un sistema de mercado libre al cual ha llamado de manera arbitraria, Sistema Socialista de Mercado. Con su reforma y las grandes inversiones de empresas capitalistas, China Comunista se ha convertido en la segunda economía mundial, después de los EUA. Vietnam ha imitado a China instaurando un tipo de régimen donde existe una economía de mercado sin libertades pero que le permite recoger los frutos de estas reformas económicas. ¿Cuál es entonces el temor que llevó a Fidel Castro a revivir acontecimientos tan distantes en el tiempo como varias décadas faltando a los más elementales principios de decencia y de pudor al desatar su ira contra una persona fallecida como Deng Xiaoping? La respuesta es simple para todo el que conozca al sujeto y esté al tanto de la realidad cubana. Castro está aterrado de que los ciudadanos cubanos--con sus talentos, esfuerzo personal y una economía de mercado--puedan autoalimentarse, desarrollar económicamente a su país y liberarse de la tutela del estado todopoderoso. Y peor aún, para Castro, cualquier éxito del pueblo cubano pondría de manifiesto la incapacidad de su régimen para crear una sociedad próspera y feliz en el curso de su mandato absoluto de más de cinco décadas. Su mediocridad administrativa y su liderazgo ineficaz serían manifiestamente evidentes ante la historia de la nación y de la humanidad. Raúl fue quizás en busca de fórmulas que le permitan iniciar un débil proceso de reformas que le alejen de las fuertes criticas de su pueblo, en especial de instituciones religiosas. Existen, por otra parte, países poderosos interesados en la mano de obra barata y en las leyes débiles el mercado cubano que les permitan sacar cuantiosas ganancias a sus empresas, tal como hacen en los países comunistas de China y Vietnam. Otra de las consideraciones de Raúl Castro y sus acólitos de la cúpula militar y del Partido Comunista es que este proceso de reforma podría facilitar la permanencia de su régimen dictatorial mas allá de sus muertes. Pero si estas fueron sus motivaciones podrían llevarse una gran decepción. El pueblo cubano no está dispuesto a aceptar la fórmula vejaminosa de pan con esclavitud. Siente que ha llegado la hora de pan con libertad. En este sentido, tengamos en cuenta que este mes de julio nos hace evocar grandes ideales y recuerdos de libertad. Un cuatro de julio de 1776 se hizo realidad la grandiosa Revolución Americana que durante 236 años ha iluminado al mundo. Al otro lado del Atlántico, la toma de la Bastilla, en la Francia de1789 promovió los ideales de libertad, igualdad y fraternidad. Y al sur de nuestra atormentada isla, la independencia de los pueblos latinoamericanos, siglo XVIII, fue inspirada en las epopeyas de Francia y los Estados Unidos. Cuba no se quedo atrás en este amor al más sublime ideal político, la libertad. Nosotros también tuvimos nuestro cuatro de Julio, pero de 1851. La Revolución Cubana, inspirada en la del Norte dio inicio en Puerto Príncipe, actual Camagüey, donde cubanos dignísimos dejaron su impronta para el futuro de una Cuba libre. Este grito de Joaquín Agüero fue el paradigma de los gritos de independencia de 1868, 1895 y la formación de la Republica cubana, el 20 de mayo de 1902. Sepan nuestros tiranos que sus ideales de libertad están vivos en la conciencia del pueblo cubano. Yo les digo a mis compatriotas que no nos dejemos engañar por las promesas de bienestar futuro del régimen castrista. Durante más de cincuenta años, ellos han estado viviendo rodeados de lujos y riquezas. Mientras tanto, lo único que han repartido al pueblo cubano, en abundancia y con singular descaro, han sido miserias, hambres y violaciones flagrantes de sus derechos humanos. Ha llegado la hora de que este pueblo se libere de una vez y para siempre del servilismo y del temor al gobierno dictatorial de los Castro. Nosotros tenemos ahora la obligación y la oportunidad de gestar nuestra propia Revolución Libertadora. Porque sólo a través de la libertad y del respeto a nuestros derechos humanos inalienables podremos fundar nuestra República libre y soberana bajo la fórmula martiana del amor triunfante: "Con todos y para el bien de todos". Dr. Oscar Elías Biscet Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos Medalla Presidencial de la Libertad lawtonfoundation@lawtonfoundation.com – www.lawtonfoundation.com Sígame en: http://www.twitter.com/@oscarbiscet

Explosión en refinería venezolana deja 19 fallecidos

domingo, 26 de agosto de 2012

                                            Foto: AP.

Al menos 19 personas murieron y 53 resultaron heridas tras una explosión ocurrida en la madrugada de hoy en Amuay, la principal refinería de Venezuela, ubicada en el estado Falcón, en el noroeste de ese país.

El ministro de Petróleo y presidente de la estatal petrolera PDVSA , Rafael Ramírez, explicó que “fue una explosión en el área de almacenamiento producto de una fuga de gas, una fuga que por las condiciones climáticas que han estado reinando se quedó acumulada en la zona y frente a una fuente de ignición explotó”.

“Vamos a investigar por supuesto el origen que la causó, pero no podemos adelantar ninguna hipótesis, ahorita lo que estamos es enfrentando la situación, atendiendo a los heridos, retirando escombros”, añadió.



GRATITUD Y AGRADECIMIENTO DE TOMAS RODRIGUEZ.


Para todos y cada una de las personas que me brindaron apoyo en uno de los momentos mas duros de mi vida,que fue la perdida de mi madre, les doy las gracias .
Estas palabras encierran todo el sentimiento de carino y respeto, que por cada uno de Uds sentimos.

En nombre de toda mi familia, y en el mio propio les damos las gracias.

Que Dios la tenga a ella a su lado y a Uds, que Dios los bendiga.   Tomas Rodriguez

"MENSAJE DEL EMBAJADOR ARMANDO VALLADARES"


Mensaje del Embajador Armando Valladares. URGENTE LEER Y DIFUNDIR MUY GRAVE SI COMEN PESCADO    Es mejor una merluza conocida, que un panga por conocer!!!.

Hay miles de familias que han de llegar a final de mes como puedan...y hay miles de productos que se "manipulan e inventan " para a traer clientela facil... Esto hay que decirlo, hay que contarselo a las madres, a las abuelas y a las vecinas....cuidemonos entre todos!

EL PANGAEl panga, es un nuevo pescado asiático que encontramos en CARREFOUR y otros super, sobre todo en forma de filetes, a precio muy barato. El panga es un pescado de cultura intensiva/industrial en Vietnam, más exactamente en el delta del río Mekong y está invadiendo el mercado debido a su precio, PARECE UN FILETE HERMOSO, GORDITO...Y MUY ECONOMICO.

Esto es lo que hay que saber sobre el panga: el río Mekong es uno de los ríos con mayor contaminación del planeta. Los pangas están infectados con elevados niveles de venenos y bacterias (arsénico de los residuos industriales, tóxicos y peligrosos subproductos, del creciente sector industrial), metales contaminantes, fenoles policlorados (PCB) o DDT y sus (DDTs), clorato, compuestos relacionados (CHLs), hexaclorociloxano, isomeros (HCHs) y hexaclorobenceno (HCB).

No hay nada natural en los pangas. Son alimentados con peces muertos, restos de huesos y con una harina de América del sur, la mandioca y residuos de soja y grano. Obviamente, este tipo de alimentación no saludable no tiene nada que ver con la alimentación en un ambiente natural.Es lo más parecido a la alimentación de las vacas locas (vacas, que fueron alimentadas con vacas, ¿se acuerdan?). la alimentación de los pangas está completamente fuera de toda reglamentación judicial. El panga crece 4 veces más rápido que en la naturaleza natural. Además los pangas son inyectados con (PEE), algunos cientificos descubrieron que si se inyectase a las hembras panga con las hormonas femeninas derivados del deshidratado de orina de mujeres embarazadas, la hembra panga produciría sus huevas muy rápidamente y en gran cantidad, lo que no ocurriría en ambiente natural (una panga pasa así a producir 500.000 huevas de una vez). Básicamente son peces con hormonas inyectables, (producidas por una empresa farmacéutica china) para acelerar el proceso de crecimiento y reproducción. Al comprar pangas, estamos colaborando con empresas gigantes sin escrúpulos y especuladoras, que no se preocupan de la salud y el bienestar de los seres humanos. Este comercio está siendo aceptado por grandes superficies que venden al público en general, sabiendo que están vendiendo productos contaminados.

Nota: Debido a la prodigiosa cantidad de pangas disponibles, éstos acabarán en otros alimentos: surimi (aquellas barritas con pasta de pescado), pescado en lata y probablemente en algunos alimentos para animales (perros y gatos).REVISE EL ORIGEN DEL PESCADO Y NUNCA COMPRE PESCADO ASIÁTICO POR MUY BARATO QUE SEA. CARREFOUR y los otros NUNCA RESPONDERÁN POR SU SALUD !!!.DIFÚNDELO!

SE LE LLAMA PANGA, PANGASIUS, BASA Y LO VENDEN COMO LENGUADO.

"UNA OPINION SOBRE LOS FANATICOS"Por el Dr Emanuel Tanay,Conocido y Respetado Psiquiatra.

viernes, 24 de agosto de 2012




"Una opinion sobre los fanaticos."

> Un hombre, cuya familia pertenecía a la aristocracia alemana antes de

> la Segunda Guerra Mundial, fue propietario de una serie de grandes

> industrias y haciendas. Cuando se le preguntó ¿cuántos de los alemanes eran

> realmente nazis?, la respuesta que dio puede

> guiar nuestra actitud hacia el fanatismo. "Muy pocas personas eran

> nazis en verdad - dijo, "pero muchos disfrutaban de la devolución del

> orgullo alemán, y muchos más estaban demasiado ocupados para preocuparse.

>Yo  era uno de los que sólo pensaba que los nazis eran un montón de tontos.

> Así, la mayoría simplemente se sentó a dejar que todo sucediera.

> Luego, antes de que nos diéramos cuenta, los nazis eran dueños de nosotros,

> se había perdido el control y el fin del mundo había llegado.

> Mi familia perdió todo. Terminé en un campo de concentración y los

> Aliados destruyeron mis fábricas .."

>

> Se nos dice que la gran mayoría de los musulmanes sólo quieren vivir

> en paz. El hecho es que los fanáticos dominan el Islam, en este momento, en

> la historia. Son los fanáticos los que marchan.

> Se trata de los fanáticos los que producen guerras.

> Se trata de los fanáticos que sistemáticamente masacran cristianos o

> grupos tribales en África y se van adueñando gradualmente de todo el

> continente en una ola islámica. Estos fanáticos son los que ponen bombas,

> decapitan, asesinan. Son los fanáticos los que toman mezquita tras mezquita.

> Se trata de los fanáticos los que celosamente difunden la lapidación y

> la horca de las víctimas de violación y los homosexuales. Se trata de los

> fanáticos que enseñan a sus jóvenes a matar y a convertirse en terroristas

> suicidas.

>

> El hecho cuantificable y duro es que la mayoría pacífica, la "mayoría

> silenciosa" es intimidada e imperceptible.

> La Rusia comunista estaba compuesta de los rusos, que sólo querían

> vivir en paz, sin embargo, los comunistas rusos fueron

> responsables por el asesinato de cerca de 50 millones de personas. La

> mayoría pacífica era irrelevante.

>

> La enorme población de China era también pacífica, pero los comunistas

> chinos lograron matar la asombrosa cifra de 70 millones de personas.

>

> El individuo japonés medio antes de la Segunda Guerra Mundial no era

> un belicista sádico.

> Sin embargo, Japón asesinó y masacró, en su camino hacia el sur de

> Asia Oriental, en una orgía de muerte que incluyó el asesinato sistemático,

> a 12 millones de civiles chinos, la mayoría muertos por espada, pala y

> bayoneta.

>

> Y, ¿quién puede olvidar Rwanda , que se derrumbó en una carnicería.

> ¿Podría no ser dicho que la mayoría de los ruandeses eran 'amantes de la paz ?

>

> Las lecciones de la historia son con frecuencia increíblemente simples

> y contundentes, sin embargo, para todos nuestros poderes de la razón, muchas

> veces perdemos el más básico y sencillo de los puntos: Los musulmanes

> amantes de la paz se han hecho irrelevantes por su silencio.

> Los musulmanes amantes de la paz se convertirán en nuestro enemigo si

> no se pronuncian, porque al igual que mi amigo de Alemania, se despertarán

> un día y encontrarán que los fanáticos los poseen, y el fin de su mundo

> habrá comenzado.

> Los alemanes, amantes de la paz , japoneses, chinos, rusos,

> rwandeses, serbios, afganos, iraquíes, palestinos, somalíes,

> nigerianos, argelinos, y muchos otros han muerto a causa de que la mayoría

> pacífica no se pronunció hasta que fue demasiado tarde.

>

> En cuanto a nosotros, que somos espectadores ante los eventos en

> desarrollo, debemos prestar atención al único grupo que cuenta: los

> fanáticos que amenazan nuestra forma de vida.

>

> Por último, cualquiera que dude de que la cuestión es grave y elimina

> este mensaje sin reenviarlo, está contribuyendo a la pasividad que permite a

> los problemas expandirse .

> Por lo tanto, extiéndete un poco a ti mismo y envia esto una y otra

> vez! Esperemos que miles de personas, en todo el mundo, lean y piensen sobre

> él. Antes de que sea demasiado tarde.

>

> Emanuel Tanay, M.D.

"NUESTROS MAMBISES OPINAN DESDE CUBA"Articulo de Karina Galvez Publicado en la Revista Digital CONVIVENCIA.

¿QUÉ BLOQUEO ES EL QUE NOS BLOQUEA?
Por Karina Gálvez

La medida económica impuesta a Cuba por los Estados Unidos, desde el triunfo de la revolución, a raíz de la nacionalización de las propiedades norteamericanas en la Isla sin indemnizaciones ni compensaciones, es fuente de debates y discusiones tanto dentro como fuera de Cuba. Es llamada por unos “bloqueo” y por otros “embargo”; algunos creen que afecta más al pueblo, otros que afecta más al gobierno; unos dicen que es la causa de todos los problemas económicos que tiene Cuba, otros, que no influye absolutamente en la crisis cubana; algunos defienden que es un derecho de los Estados Unidos, otros, que es una absurda arbitrariedad.

Cada una de estas posiciones puede ser defendida por sus adeptos con argumentos suficientes como para que el debate se mantenga durante más de cinco décadas. Pero en este debate existen hechos que no pueden ignorarse y que no dependen de las opiniones diferentes que genera el tema:

 La ley norteamericana afecta el comercio del mundo con Cuba: es innegable que Cuba tendría muchas más posibilidades de comercio sin esta medida restrictiva que impide a empresas extranjeras hacer negociaciones con Cuba libremente. Al mismo tiempo, es también innegable, que las dificultades de Cuba para comerciar, están dadas por la falta de dinero, su baja reputación crediticia y la inestabilidad económica.

 El gobierno cubano lo culpa de la crisis económica que vive Cuba: el discurso oficial cubano se vale de la posición de víctima bloqueada para justificar la, al parecer eterna, crisis económica que vive el país. El bloqueo o embargo norteamericano se ha convertido en una medida más política que económica. Por una parte, el gobierno la utiliza como justificación de la ineficiencia y la injusticia en la distribución, lo que le permite no afrontar su responsabilidad ante el fracaso. Por otra, el pueblo cubano, expresa un gran nivel de incredibilidad hacia el discurso oficial cuando dice, ante cualquier dificultad que evidentemente no guarda relación alguna: “¡eso es culpa del bloqueo!”, en una de las más populares formas de lo que Fernando Ortiz llamara “el choteo cubano”.

La comunidad de países vota mayoritariamente en contra de ella: vivimos en un mundo en el que las economías son cada vez más abiertas e interrelacionadas y es difícil concebir en este proceso de disminución de fronteras y de acuerdos para liberar el comercio internacional, una ley que lo restrinja. Si bien legalmente es reconocido el derecho de cada país a comerciar con quien decida hacerlo, éticamente ese derecho es regulado por el derecho que tiene el mundo a disfrutar de todos los bienes teniendo en cuenta su destino universal.

Durante 53 años, a pesar de la presión que ha representado para la economía cubana, no ha logrado avanzar en sus propósitos de provocar cambios políticos ni económicos en Cuba. Si bien es cierto que la restricción económica a Cuba ha servido para contribuir en buena medida a la crisis que vivimos, la realidad demuestra que sus efectos no han sido lo que se esperaba.

Ahora bien, hay un hecho que también es innegable y que es el que quiere tratar este artículo. Y es que, actualmente es cada vez más difícil para un cubano reconocer los efectos de la restricción económica norteamericana contra Cuba. Aunque aquí y allá se sigue hablando del “bloqueo” o del “embargo”, y de que la ley continúa vigente, en la cotidianidad cubana, las señales nos confunden.

¿Dónde está el “bloqueo”?

Escuchamos en algunas ocasiones, de sanciones impuestas por los Estados Unidos, a bancos suizos u holandeses o a empresas que comercian con Cuba; escuchamos del bloqueo a la ayuda solidaria de los Pastores por la Paz. La ley continúa vigente, pero, ¿en qué medida es ya efectiva?

Los que alcanzan a leer noticias, se habrán enterado de que los Estados Unidos constituyen el segundo suministrador de alimentos para Cuba y son, actualmente su quinto socio comercial. Y de que las caravanas de los Pastores por la Paz llegan, a pesar del “bloqueo”.

Pero las señales más importantes son las que vemos los ciudadanos continuamente. Si en medio de la lucha diaria por la supervivencia, un cubano se detiene a observar a su alrededor puede darse cuenta de que en las tiendas por divisas gran cantidad de artículos provienen de firmas norteamericanas. Así, por ejemplo, encontramos refrigeradores “General Electric”, ollas de presión “RCA”, equipos “Frigidaire”, o una plancha eléctrica para hamburguesas “George Foreman”.

Hemos comprado arroz, pollo y huevos provenientes de granjas norteamericanas. También ropa y calzado que dicen “Made in USA”.

El gravamen especial al dólar norteamericano, que había sido impuesto para aliviar los efectos del “bloqueo”, ha sido eliminado por el gobierno cubano. Cada vez es más fácil enviar remesas a través de agencias.
Las comunicaciones con la comunidad cubana que vive y trabaja en los Estados Unidos son cada vez más fáciles. Por ejemplo pueden enviarse mensajes de texto por celular desde allá, aunque aquí no podemos contestarlos.
Acaba de arribar, hace pocos días, a La Habana el primer ferry cargado de artículos provenientes de los Estados Unidos, en calidad de envíos a cubanos residentes en la Isla.

Otro bloqueo
Al mismo tiempo que disfrutamos de estas aperturas notamos con preocupación que se producen otros frenos al comercio cubano y al bienestar del pueblo que no proceden precisamente de los Estados Unidos.
Se puede trabajar por cuenta propia pero el menor impuesto es del 25%. Las gestiones para legalizar las actividades por cuenta propia resultan largas y verdaderamente engorrosas. No se pueden ejercer profesiones como la educación escolar ni la medicina por cuenta propia.
Aumentan las restricciones aduaneras. En pocos meses se han anunciado dos nuevas medidas que dificultan la entrada de mercancías a Cuba provenientes del exterior, aumentando las tarifas en la aduana cubana.
Continúan las dificultades para viajar al exterior. Aún se necesita un permiso de salida. A pesar de los anuncios de cambios en las regulaciones migratorias, nada se ha producido aún.
No se pueden enviar mensajes de texto por celular a EU. El acceso a Internet para los cubanos debe ser solo desde La Habana a muy alto precio (6.00 CUC la hora), con muchas dificultades de conexión. En la mayoría de las provincias del interior, el acceso a Internet es solo para extranjeros.
Todo esto es también bloqueo. Es el bloqueo interno que impide a los cubanos trabajar para salir de la crisis económica. Es el freno a la libertad y la iniciativa privadas que nada tiene que ver con una medida que viene de fuera.

Cambiar el debate
Todo bloqueo impide el paso del oxígeno, impide respirar, impide el desarrollo pleno y sostenible. El pueblo cubano lleva muchos años de libertad bloqueada. Sacrificando libertades en nombre de una justicia social que no existe.
Creo que debemos cambiar nuestro debate del bloqueo al debate del bloqueo que funciona, frenando la vida en Cuba. Creo que debemos siempre rechazar cada medida, cada ley, que bloquee la libertad en Cuba. Sin tener en cuenta de dónde viene. Ningún freno a la libertad individual del ciudadano, ni al pleno comercio de un país es éticamente aceptable.
El oxígeno que necesita Cuba para salir de la crisis solo puede obtenerse eliminando el bloqueo interno. La derogación de la ley norteamericana no puede oxigenar la economía del pueblo.
La economía cubana, tal como se encuentra en la actualidad, no logrará salir de la crisis con el apoyo económico del mundo entero, si no es liberada la iniciativa privada, si no se producen cambios esenciales y pasamos de un sistema centralizado, probadamente ineficiente e injusto, a un sistema de libre mercado con regulación social suficiente para garantizar el mayor bienestar posible.
Creo que todos los bloqueos deben ser eliminados. Todos los bloqueos al desarrollo del mundo y de cada país. Se hace necesario abrir puertas.
La pregunta para el debate debe cambiar de “¿debe mantenerse el bloqueo?” a la pregunta “¿dónde está el bloqueo?”


Karina Gálvez Chiú (Pinar del Río, 1968)
Licenciada en Economía. Profesora de Finanzas
Fue responsable del Grupo de economistas del Centro Cívico.
Es miembro fundador del Consejo de Redacción de Convivencia\

Vive y trabaja en Pinar del Río.



"NUESTROS MAMBISES OPINAN DESDE CUBA"Ariculo de Glissett Valdes Herrera Publicado en la Revista Digital CONVIVENCIA.

Por Glissett Valdés Herrera



“Que Cuba se abra con todas sus magníficas posibilidades al mundo y que el mundo se abra a Cuba
para que este pueblo, que anhela la concordia y la paz, pueda mirar al futuro con esperanza…”
Juan Pablo II

Pregonar la verdad

Juan Pablo II, en su histórica visita en el 1998, llenó de enseñanzas y esperanzas el alma de muchos cubanos, reavivó el deseo de trabajar audazmente, para el avance por un futuro mejor, por los caminos de la justicia, la paz, la libertad y la reconciliación. Juan Pablo II, Pregonero de la Verdad, en cada diálogo y discernimiento, siempre, quería escuchar, sobre todas las cosas, la verdad de la persona, como laico, como hombre, o como gobernante, escuchar la realidad que vive Cuba, pero la verdad. La propia libertad, la propia originalidad, son dones de Dios para el servicio del mundo.
El Papa Benedicto XVI, reconoce que “en muchas partes del mundo, existe una crisis espiritual y moral, que deja al hombre vacío de valores, desprotegiéndolo de la ambición y el egoísmo de ciertos poderes que no tienen en cuenta el bien auténtico de las personas y las familias (…) el progreso verdadero, que coloque en el centro a la persona humana, teniendo en cuenta sus exigencias más auténticas (…) la regeneración de las sociedades y del mundo requiere de hombres rectos, de firmes convicciones morales y altos valores de fondo que no sean manipulables por estrechos intereses y que respondan a la naturaleza inmutable y trascendente del ser humano”.

¿Y el ser humano en Cuba?

La situación actual de Cuba y su régimen político, no permiten al hombre abrirse al mundo, y su pueblo reclama por derecho, la libertad de expresión, la unión de todas las familias que han sido divididas, la eliminación de la pobreza, la asociación en la sociedad civil, reavivar la fe en Cristo y recuperar los valores, para el desarrollo integral del ser humano.
Cada persona tiene una manera diferente de pensar, actuar e interpretar ideas, buscando su propia filosofía de la vida y no aceptando imposiciones relacionadas con las maquinarias de poder marxistas –leninistas, caducas e inaceptables en nuestros tiempos, que no ofrecen una perspectiva de perfección, cambio y desarrollo para nuestro país.
Cualquier sistema político, basado en la comprensión y las verdades esenciales, logra los cambios sociales profundos y necesarios, y sin pretender crear un clima turbulento; de otra manera, continúan los abusos, el pueblo reprimido, el ser humano no logra sus perspectivas, rasurando su armonía y convivencia pacífica.

La Iglesia

Jesús defiende los derechos de los débiles y la vida digna de todo ser humano, y la Iglesia sabe, que la respuesta a las preguntas humanas sobre la verdad, la justicia, la realidad que se vive y el sentido de nuestras vidas, viene de Dios, de la autenticidad de Jesucristo, que es decir siempre la verdad.
Los “ídolos” del poder, no han tenido en cuenta el valor de la persona, como un criterio decisivo para la organización y el funcionamiento de una nueva sociedad.
La Iglesia no puede alejarse de la verdad, ha de ser abogada de la justicia, y defensora de los marginados, de los pobres y los reprimidos, es la manera de vivir la verdadera fe. La Iglesia no puede encontrarse al lado de unos y abandonar a otros, porque Cristo murió por todos los hombres.

“(…) la Iglesia tiene que ser fiel a su Señor, ofreciendo su generosa contribución a la obra de liberación social de las multitudes privadas de todo, para asegurar a todos una justicia que corresponda a su dignidad de hombres y de hijos de Dios”.
Juan Pablo II

La nueva sociedad

Para la construcción de una nueva sociedad, se hace necesario crear espacios de participación de la sociedad civil, orientada al logro del bien común y oportunidades para todos, eliminar las barreras que ponen los poderosos y rehabilitar la capacidad para el ejercicio de los cargos políticos y dignidades humanas.

Son claves importantes para la sociedad a la que todos aspiramos; donde reine la libertad y la democracia.
El Estado ¿actúa con seriedad y verdad en la relación “fraterna” Iglesia y Estado?
Es responsabilidad del Estado actuar con sinceridad, transparencia, e interesarse por la protección de los derechos humanos, escuchar y resolver los problemas que agobian a nuestra sociedad y que tantas veces se han silenciado.

La verdadera fe se vive entre los marginados y excluidos, haciendo nuestros los problemas y necesidades de la gente. La fe profunda se siente, cuando se practica dentro y fuera de los espacios religiosos.
Muchos quedamos espantados de los sucesos que estamos viviendo a diario. Resulta incoherente la estrecha relación “fraterna” de Iglesia-Estado en Cuba, cuando el sistema político cubano sigue las doctrinas Marxistas–Leninistas–Estalinistas, sistemas totalitarios que siempre negaron la existencia de Dios.
En la relación Iglesia–Estado, prevalece siempre la dignidad del hombre como motor impulsor de la sociedad, y no el hombre como un objeto más, de la sociedad. Es esa la otra realidad, que se oculta, y la vivimos hoy los cubanos.


Glissett Valdés Herrera. (La Habana, 1972)
Lic. en Educación Primaria.
Lic. en Derecho.
Catequista.
Reside en Pinar del Río



"Nuestros Mambises Opinan desde Cuba"Editorial de la Revista CONVIVENCIA.











SIN EL CESE DE LA REPRESIÓN POLÍTICA Y DE LA EXCLUSIÓN


NO HAY ACTUALIZACIÓN POSIBLE


La ineficiencia y la exclusión son las marcas de lo que hay que cambiar en Cuba. No se trata solo de la ineficiencia y la exclusión económica, sino de la ineficiencia y la exclusión política, cultural, organizativa y hasta deportiva. Todas estas conducen a, y tienen su raíz en, la ineficiencia y la erosión antropológica, que es el daño que se causa a la persona humana y le impide su desarrollo pleno y feliz. Es, sobre todo, una ineficiencia espiritual. Es el bloqueo del alma.

Todos los sistemas políticos tienen ineficiencias y errores, limitaciones e injusticias. Hay realidades y procesos que no pueden ser medidos solo por una eficiencia material. Pero conformarse con ese estado de cosas porque todo el mundo está malo es lo más contrario a la evolución, a la revolución, al desarrollo, como quiera llamarle cada cual.

Brasil, por ejemplo, con todas sus limitaciones, ha alcanzado un modelo de democracia y economía incluyentes que ha disminuido significativamente la pobreza, ha disminuido el desempleo, ha elevado los niveles de vida en salud, educación, seguridad social. Brasil, solo un caso, ha crecido económicamente, ha distribuido mejor la riqueza que ha creado, pero sobre todo ha creado más riqueza para poder repartirla. Todo en dos mandatos. Diez años. Sin dejar ni limitar la democracia tal como se creó en Occidente, que, por cierto, es ese hemisferio al que Cuba pertenece no solo por obvias razones geográficas, sino también espirituales, culturales e históricas.

No se puede distribuir lo que no se tiene, ni se puede vivir de lo que viene de fuera por la solidaridad o por los intereses políticos de otras naciones: eso es neocolonialismo. Y sus consecuencias las hemos experimentado tres veces en Cuba: con España, con Estados Unidos y con la extinta URSS. Ahora, como si no hubiéramos aprendido de tres errores anteriores, estamos pendientes de lo que suceda en Venezuela.
 China ya enseña sus problemas económicos y políticos, fruto de un híbrido oriental, raro y propio de culturas que no han conocido nunca la democracia occidental, que no es ni una mala palabra, ni algo perfecto, pero que es lo que está funcionando hoy día, contando con sus problemas, y es la que tiene a la persona humana, con su soberanía ciudadana, como centro, sujeto y fin de la convivencia social.

Cuba no es un laboratorio del socialismo sino una nación con seres humanos

Más de cincuenta años experimentando un modelo de sociedad es excesivamente suficiente para demostrar lo que ese modelo produce, cultiva en los ciudadanos y hacia dónde conduce a la Nación. En la inmensa mayoría del mundo de hoy, un gobierno tiene, cuando más, diez o doce años para demostrar lo que es. Es éticamente inaceptable convertir a toda una nación en un laboratorio político y social sencillamente porque los seres humanos tenemos una sola vida y porque las personas no somos ratones de laboratorio.

La dignidad de toda persona humana no puede ser utilizada para probar la inventiva de un grupo o una ideología. Usar a las personas para ver si un plan económico o unos lineamientos políticos funcionan, es una lesión humana moral y cívicamente inaceptable.

Experimentar una “actualización” para lograr eficiencia contra justicia social y la inclusión de los diferentes, para ver si se puede salvar un sistema político que ha demostrado durante un siglo que no es eficaz, ni igualitario, ni fraterno y mucho menos liberador es, por lo menos, una irresponsabilidad grave.

Las personas solo pueden llegar a ser ciudadanos y no súbditos, si todos sus derechos inalienables, no solo los económicos y sociales, sino también los civiles, políticos y culturales, son reconocidos y respetados en un marco de legalidad que no esconda la represión política detrás de unos supuestos delitos comunes. Un marco de legalidad que reconozca y defienda en Cuba lo que el gobierno de Cuba exige que se respete en otros países.

Sin el cese de la represión no hay actualización de ningún proyecto

Como siempre, no nos quedamos en el análisis de la realidad existente sino que pasamos, en virtud de nuestra calidad de ciudadanos cubanos, a proponer algunas soluciones:

Para que un país “normalice” su modelo deben cesar todas las detenciones arbitrarias, aún las que sean por corto tiempo, las amenazas transmitidas en supuestas conversaciones amigables, las presiones en los propios centros de trabajo o estudio, las visitas extraoficiales de oficiales vestidos de civil, que no dan su verdadero nombre, ni muestran a las claras su identificación, ni presentan orden judicial legal, es decir, los que ejecutan lo que hemos llamado una represión clandestina contra personas pacíficas, que dan su cara, su carnet de identidad, su domicilio y su proyecto para Cuba de forma honesta y transparente. Estos métodos ilegales, hasta en la propia legalidad vigente, juegan con la estabilidad ciudadana, crispan la situación, dan una imagen negativa de Cuba en el exterior y conducen al País por una peligrosa pendiente. Estamos seguros de que los más altos responsables pararán estos métodos ilícitos por el bien de Cuba.

Para que Cuba sea más respetada y más integrada a la comunidad de naciones, debe cesar, tanto en las calles como en los medios de prensa y televisión, todo lenguaje descalificador de otros ciudadanos cubanos, la clasificación de toda persona discrepante con epítetos denigrantes como “gusano”, “apátrida”, “mercenario”, “agentes de la CIA”, “lacayo al servicio de un gobierno extranjero”, “traidor a la Patria”. Ya fueron usados durante décadas en el repudio de los que se marchaban del País, y de pronto bastó una orden, una conferencia sobre la Nación y la Emigración para que esos “gusanos” se convirtieran en “mariposas”, es decir, en la “comunidad cubana en el exterior”. Esto fue un ejemplo de lo que se debe hacer para mantener la unidad de la Nación. ¿Por qué repetir la historia, después de comprobado su fracaso y su negativa eticidad?

Para que Cuba sea una Nación “normal” los actos de repudio deben cesar de forma inmediata y para siempre. Toda utilización de unos cubanos contra otros cubanos, de unos vecinos contra otros vecinos, dirigidos, o por lo menos permitidos, por las autoridades que deberían cuidar del orden público y la tranquilidad ciudadana, debe cesar, ser legalmente punible y moralmente reprochable. De lo contrario, estamos sembrando vientos para futuras tempestades. Esto no ayuda a la unidad en la diversidad ni a la reconciliación nacional.

Para que pueda construirse la unidad en la diversidad, todos los cubanos, sin excepción, pero sobre todo los que tienen alguna responsabilidad civil, política, religiosa, y todos los que ejercen el servicio del orden y la tranquilidad ciudadana, debemos hacernos y respondernos honestamente esta pregunta: ¿Cómo se puede hablar, pensar, fomentar y reclamar una reconciliación nacional sin erradicar, condenar y penar todo acto de repudio político a personas pacíficas, sean estas acciones de enfrentamiento espontáneo, organizado, o permitido y custodiado por agentes de la seguridad y el orden?

Para que Cuba logre integrarse sanamente a la comunidad internacional manteniendo su independencia y su soberanía, debemos preguntarnos y responder con medidas concretas y con reformas urgentes: ¿Cómo pueden usarse oficialmente en las estructuras de instituciones estatales donde todos los ciudadanos debemos ser tratados como iguales en derecho y dignidad, los términos y realidades como las “comisiones de enfrentamiento”, o “brigadas de respuesta rápida”? Esto no ayuda a la unidad de la Nación ni a la reconciliación de todos los cubanos.

Para que cese la crispación y el éxodo, debemos preguntarnos y responder con cambios esenciales: ¿Por qué la gente común, que no delinque, tiene miedo de la autoridad policial o de seguridad en un país que proclama que vive en un sistema de justicia social? Donde hay miedo algo debe ser rectificado. Donde hay miedo y no se sabe a qué, algo debe ser aclarado. Donde hay miedo y no se sabe a quién, algo debe ser identificado y sanado.

Si Cuba desea actualizar, de verdad y en profundidad, de forma estructural y democrática, su modelo económico, político y social, la represión a los ciudadanos pacíficos y honestos, debe cesar y la inclusión debe ser la palabra de orden.

Proteger la discrepancia política y combatir la delincuencia común

Las instituciones policiales deben cuidar y proteger la discrepancia política que fortalece la unidad y estabilidad nacional y dedicarse a combatir la delincuencia común que mina y desintegra al País, en lugar de reprimir la diversidad política.

Si Cuba y su gobierno, desean de verdad cambiar todo lo que debe ser cambiado, debe cambiar el ataque verbal por la promoción de valores, debe cambiar la represión política por un debate ideológico abierto y en igualdad de derechos y oportunidades, debe cambiar el uso de los Medios de Comunicación Social para aceptar la diversidad, despenalizar la discrepancia y eliminar para siempre la descalificación entre hermanos cubanos de toda ideología, religión, sexo y residencia geográfica.

Si Cuba, su gobierno y su sociedad civil, deseamos de verdad cambiar todo lo que debe ser cambiado, entonces los órganos policiales y de la seguridad deben dejar tranquilos a los que discrepan pacíficamente con una actitud cívica, deben dejar de considerar “peligrosos” o de “interés policial” a los que fomentan la convivencia en paz y la diversidad democrática; y dedicarse a combatir la ilegalidad real, la delincuencia común, la corrupción rampante en todos los niveles de la sociedad, la violencia creciente, la criminalidad creciente en los jóvenes formados en estos últimos 50 años, la desintegración y violencia familiar, la desviación de los recursos públicos, el tráfico de influencias y de poder, la irresponsabilidad administrativa de bienes del Estado, la violación de los contratos, la malversación de producciones, la ineficiencia de las empresas, la venalidad de los políticos, la inoperancia de los funcionarios públicos, la droga, la prostitución, la trata de personas, la discriminación de género, racial y otras.

Creemos sinceramente que estos crímenes comunes y otros no mencionados, son los que minan, corroen, desacreditan al sistema y, lo que es peor aún, pudieran producir males mayores de carácter ético, de ingobernabilidad y de posibles nuevas mafias organizadas. Hasta los más altos dirigentes de este país lo han reconocido y expresado.

La urgencia de estos cambios se evidencia de manera inequívoca en cada familia, en cada vecindario, en cada escuela, en cada centro de trabajo, en todo el País.

Todos los cubanos y cubanas sinceros consigo mismos, saben, comprueban y diferencian que el daño real y peligroso no lo hacen los discrepantes u opositores políticos pacíficos, sino los que quieren vivir de la ilegalidad y la permisividad de unos Órganos que se han centrado equivocadamente durante cinco décadas en un objetivo que son las personas que discrepan porque aman a Cuba, porque ven claro sus males y soluciones, y han decidido permanecer en nuestro país para trabajar por su cambio, por el mejoramiento humano, por el pluralismo político, por la eficiencia económica, por el progreso social y por el desarrollo humano integral.

Hágase una evaluación objetiva y multidisciplinaria de esta realidad y se verá, de forma transparente y definitoria, cómo sirven de paradigma y cuestionamiento, en la Cuba de hoy, estas palabras del Apóstol que logró la unidad en la diversidad de Cuba, de las cuales se cita con frecuencia la primera frase pero se desconocen las restantes que dan la visión más universal e integradora que estadista alguno pueda dar a nuestro país. Detengámonos en cada idea de esta larga cita de Martí. Que este sea un programa de trabajo y una visión de la verdadera “actualización” que queremos para la Nación:


“Los hombres van en dos bandos: los que aman y fundan, y los que odian y deshacen…No ha de negarse que con la mucha aspiración sobrante en Cuba, por la mucha inteligencia, y el poco empleo que en aquella vida de limosna, menos deseable que la muerte, hallan los talentos desocupados, viene criándose en Cuba como un hábito de mutua desestimación y de celo rinconero, como un codeo excesivo y egoísta por el plato de la fama o de la mesa, que no preparan bien para la generosidad y concordia indispensables en la creación de la República, y es de esperar que desaparezcan en cuanto pueda echarse la actividad comprimida por más amplios canales, en cuanto la tierra nueva se abra al trabajador, el comercio al criollo, el periódico a la verdad, y la tribuna a la enseñanza, que es su verdadero empleo. ¡Ah, Cuba, futura universidad americana!: la baña el mar de penetrante azul: la tierra oreada y calurosa cría la mente a la vez clara y activa: la hermosura de la naturaleza atrae y retiene al hombre enamorado: sus hijos, nutridos con la cultura universitaria y práctica del mundo, hablan con elegancia y piensan con majestad, en una tierra donde se enlazarán mañana las tres civilizaciones. ¡Más bello será vivir en el lazo de los mundos, con la libertad fácil en un país rico y trabajador, como pueblo representativo y propio donde se junta al empuje americano el arte europeo que modera su crudeza y brutalidad, que rendir el alma nativa, a la vez delicada y fuerte, a un espíritu nacional ajeno que contiene solo uno de los factores del alma de la isla, que vaciaría en la isla pobre y venal los torrentes de su riqueza egoísta y corruptora, que convertiría un pueblo fino y de glorioso porvenir en lo que Inglaterra ha convertido el Indostán! Y para esa vida venidera, para esa vida original y culta, que haría del jardín podrido una nacionalidad salvadora e interesante, una levadura espiritual en el pan americano, un altar donde comulgasen a la vez, en la dicha del clima y la riqueza, los espíritus del mundo, no son buena preparación el celo rinconero, la fama a dentelladas, la reducción de la mente en controversias y quisquillas locales.” (1)

Dos son los principios éticos para reconstruir la nación cubana: uno, que la libertad se convierta en responsabilidad y generosidad. Dos, que el respeto a los derechos de todos se convierta en el fundamento de la paz.

El mismo Martí que fundó nuestra Nación respetando la diversidad no quiso hacer proyectos utópicos, tan grandiosos como irrealizables porque están vacíos de alma, que por ello se derrumban en un día, sino que quiso que la ley primera de la República fuera “la dignidad plena del hombre”. Esa edificación en el amor no se funda solo en el proyecto de convivencia comunitaria que nos presenta la cita anterior sino también, y sobre todo, en la nobleza de alma de la siguiente descripción de la persona que desea ser un ciudadano libre: “El hombre de pecho libre niega su corazón a la libertad egoísta y conquistadora, y adivina que el triunfo del mundo, más que en los edificios babilónicos caedizos, reside en la abundancia de la generosidad, en aquella pasión plena del derecho que lleva respetar el ajeno tanto como el propio (2)

Esta sería una cubanísima forma de actualizar el País en la inclusión y la reconciliación, y no un sistema o un único partido. Sería también una manera de reconstruir la persona del cubano que sufre la erosión antropológica propia de la masificación colectivista.


¡Hagámoslo entre todos!



"ELCIRCO CASTRISTA Y LOS PAYASOS JULIAN Y RAFAEL"Por Eugenio Yañez.



Con Fidel Castro alejado ¿indefinidamente? de la escena, y Hugo Chávez a media máquina por su enfermedad y una campaña electoral cada vez más compleja, el circo castrista necesitaba con prisa nuevos personajes para entretener “antiimperialistas”, por lo que apareció rápidamente la pareja de Julian Assange y Rafael Correa.

Hay que ser demasiado fantoche para pretender darle órdenes a Estados Unidos, proclamar que robar documentos secretos de cualquier país es un acto heroico o puro pasatiempo, que los delitos sexuales provocan persecuciones políticas, que la justicia sueca no es independiente y se doblega ante su Gobierno, o que el presidente ecuatoriano es un campeón de la libertad de información, que es lo implícito en la perorata del advenedizo Assange desde un balcón de la Embajada de Ecuador en Londres, único espacio “abierto” a que puede aspirar sin ser detenido.

Según el periódico Juventud Rebelde, que como todos sabemos es muy respetuoso de la libertad de expresión, el presidente Correa “negó que Assange o Ecuador impidan la aplicación de la justicia sueca y señaló que por el contrario se brindaron las facilidades en la legación diplomática para su declaración por presuntos delitos sexuales” pero expresó que sobre el asilado “no se dieron garantías de que no sería extraditado a Estados Unidos, donde probablemente sea juzgado con pena de muerte al existir presiones políticas”.

Sin embargo, y esto no lo dice Juventud Rebelde, aún no está claro si será deportado a su país el asilado Alyaksandr Barankou, que denunció la corrupción en Belarús, después que el dictador Alexander Lukashenko pidiera al presidente ecuatoriano en Quito que le revocara el asilo al disidente: al fin y al cabo, no se trata de un “antiimperialista”.

Correa, en actitud francamente bananera, y desesperado por ocupar el protagonismo continental que van dejando los ocasos de Fidel Castro y Hugo Chávez, cree que la justicia sueca tiene que interrogar en la embajada ecuatoriana en Londres a un australiano acusado por un delito común cometido en Suecia, y además dar garantías de que no sería extraditado a Estados Unidos, porque ese país le impondría la pena de muerte por presiones políticas. Lo que a primera vista parece una soberana estupidez cambia al saber que el presidente ecuatoriano se graduó de universidades en Estados Unidos y Bélgica, y que no es un analfabeto: entonces hay que concluir que es un perfecto cínico y desvergonzado, sabe que lo que está diciendo es falso, y que la justicia en Suecia y Estados Unidos no funciona tan impúdicamente como en Ecuador.

En apoyo al circo, la maquinaria “bolivariana” se movilizó rápidamente desde el principio en defensa del derecho de asilo, la inviolabilidad de las sedes diplomáticas, la soberanía de Ecuador y el derecho a la libertad de expresión.

En un país como Cuba, donde hubo condenas de hasta 28 años de cárcel cuando la “Primavera Negra” por ejercer el periodismo independiente, sin haber sustraído ni un solo documento del Gobierno, ni siquiera “confidencial”, ¿cuál sería la sentencia para quien hiciera públicos miles de documentos secretos del Gobierno, poniendo en peligro la integridad y la vida de muchos ciudadanos y funcionarios? Si alguien hiciera eso, ¿podría salvar el pellejo refugiándose en una embajada para solicitar asilo?

En julio de 1959 el entonces presidente cubano Manuel Urrutia Lleó tuvo que renunciar, por presiones de Fidel Castro, y finalmente buscar asilo, primero en la Embajada de Venezuela en La Habana, y posteriormente en la de México, al romperse las relaciones diplomáticas entre La Habana y Caracas. Dentro de ambas embajadas permaneció AÑOS sin poder salir del país, porque al régimen no le daba la gana de otorgarle salvoconducto.

Tras los sucesos de la Embajada de Perú en 1980 que desembocaron en el puente marítimo del Mariel, los cubanos acusados de lanzar un ómnibus contra la embajada para entrar, y de la muerte de un custodio en la balacera que se produjo (aunque nadie en el ómnibus estaba armado), estuvieron durante muchos años en la embajada peruana sin recibir salvoconducto.

Y si de inviolabilidad de las embajadas se trata, como señala el canciller del régimen, Bruno Rodríguez, hay que recordarle que en febrero de 1981 las tropas especiales del MININT cubano penetraron precisamente en la Embajada de Ecuador en La Habana, sacaron a la fuerza a catorce personas que habían solicitado asilo político, incluyendo tres mujeres y cuatro menores de edad, todos desarmados. Los menores fueron separados de sus padres, y días después se supo que uno de los menores, de quince años, había fallecido.

El régimen declaró que la entrada de sus fuerzas en la Embajada “se realizó con la autorización ecuatoriana”, pero el entonces presidente Jaime Roldós respondió muy claramente que “Ecuador no autorizó ni podía autorizar jamás que la sede de su Embajada haya sido objeto de tal acción”.

Inglaterra advirtió a Ecuador que, en base a una ley inglesa de hace unos 25 años, podría retirar la inmunidad a la Embajada y penetrar para capturar al payaso australiano, lo que desató la furia “independentista” y “soberana” del presidente Correa, que se atragantó con declaraciones tremendistas y apocalípticas.

Sin embargo, tal vez no sea necesario enviar a los especialistas del Special Air Service británico a cambiar de domicilio a Julian Assange una madrugada cualquiera. Basta con no otorgarle salvoconducto y mantenerlo en la embajada ecuatoriana en Londres indefinidamente, en la pequeña habitación donde está recluido, donde necesita una lámpara solar y una estera de caminar para hacerse la idea de que está al aire libre.

Veremos qué tiempo aguanta. Muchos “duros” no lo son tanto cuando el zapato aprieta. Y el australiano no parece tener madera de líder “antiimperialista” para una estancia demasiado prolongada en la sede diplomática.

El que haya personas que le apoyen, creyendo que defienden libertades, pero en realidad por su “antiimperialismo” genético, resentimientos y frustraciones, le sirve para quince minutos de fama o alimentar su enfermizo ego, pero no para mucho más.

Recordemos a otro héroe “antiimperialista” reciente, el destituido gobernante hondureño Manuel Zelaya, que después de bufón itinerante terminó “asilado” en la embajada brasileña en Tegucigalpa por obra y gracia del corrupto Lula da Silva: a los pocos meses le daba igual ser presidente que payaso, con tal de poder caminar por la calle.

La diferencia es que Assange solamente podrá caminar por las calles después de aclarar sus asuntos pendientes con la justicia sueca en Estocolmo.

CONTINUA EL EXODO.SERA LA UNICA SOLUCION?


jebro@elnuevoherald.com

Cuando en el 2008 un par de peloteros cubanos abandonó una selección juvenil en Edmonton, un furioso Fidel Castro llamó a Ron Hayter desde La Habana para dejarle saber su malestar y, según palabras del propio director ejecutivo de la Federación Internacional de Béisbol (IBF) en la ciudad canadiense, el entonces gobernante cubano le insultó de mala manera.

Esta vez Castro, de 86 años de edad, no pudo o no supo o no le interesó que cuatro jugadoras antillanas hicieron historia al ser las primeras en abandonar una delegación femenina de ese deporte y convertirse en el mayor grupo que se fuga en un torneo de béisbol en esa ciudad norteamericana, y al menos Hayter no recibió ninguna llamada que lo asociara con “lo peor de la tierra’’, según revelara de aquella comunicación lejana.

Las cuatro “peloteras’’ se marcharon del equipo cubano que participó en la V Copa Mundial de Béisbol femenino, donde apenas se hicieron sentir en el terreno al terminar con balance de ocho fracasos y una victoria, pero convertidas en una subtrama paralela que vivió su pasaje culminante cuando tres de las muchachas no asistieron a la ceremonia de clausura en el Telus Field.

La primera baja la protagonizó Odreisleisis Pequero Del Sol, de 21 años, quien se fue desde el martes 14 de agosto y que luego se comunicó con miembros del equipo para comunicarles que se encontraba junto con su novio del otro lado de la frontera canadiense, utilizando una visa de tránsito que le aprobaron al hacer una escala en Chicago, en ruta a la cita de Edmonton.

Nacida en Ciego de Avila, Peguero –considerada una de las líderes del equipo- sólo vio actuación el 12 de agosto, cuando bateó de 2-1 en la derrota por paliza de 12-4 contra la novena de Australia.

Posteriormente, el diario Edmonton Journal confirmó que otras tres jugadoras abandonaron la delegación cubana.

“Siempre hemos tratado de animar a las personas a no desertar, pero no podemos controlarlas’’, expresó Hayter al periódico canadiense. “Le dejamos claro a todos los equipos participantes que nosotros ofrecemos alojamiento y todo lo demás, pero no podemos controlar individualmente a las personas. Como organizadores [del evento] preferiríamos que nadie se quedara. No se nos puede culpar del hecho’’.

Más allá de las fugas, la escuadra cubana, dirigida por el conocido ex segunda base de los equipos Industriales, Juan Padilla, regresó a su país luego de una pobre demostración al obtener un único triunfo al derrotar 13-5 a Holanda. Japón revalidó su título en la Copa Mundial, Estados Unidos terminó con la plata y Canadá se llevó el bronce.

En julio del 2008 los jugadores Noel Argüelles y José Iglesias abandonaron la selección que asistía al Mundial de la categoría juvenil también con sede en Edmonton. El primero, un lanzador, firmó un pacto por $7 millones con los Reales de Kansas City y el segundo, un infielder, llegó a un acuerdo por $8.2 millones con los Medias Rojas de Boston.

Pero si las fugas en la rama masculina se han convertido en algo “normal’’ en las últimas décadas, en Edmonton sorprendió la partida de las muchachas.

“Si ellas cambian su mente y deciden abandonar el equipo, entonces es un problema del equipo, del país’’, recalcó Hayter a la prensa canadiense. “No podemos encerrarlas en sus habitaciones’’

"LECCION DE VIDA"

jueves, 23 de agosto de 2012

Una mañana nuestro nuevo profesor de Introducción al Derecho entró en nuestra aula universitaria y lo primero que hizo fue preguntar el nombre a un alumno que estaba sentado en la primera fila:


--¿Cómo te llamas?

-- Me llamo Juan Carlos, profesor.

-- Pues quiero que te largues de mi clase y no quiero que vuelvas a matricular otro curso impartido por mí — dijo el profesor casi gritando.

--Pero, profe…

--¡Largo de aquí!

Juan Carlos, desconcertado, se levantó torpemente, recogió sus cosas y salió del aula. El resto de los estudiantes nos quedamos perplejos e indignados, pero nadie dijo nada.

El profesor se volteó hacia nosotros y preguntó:

--¿Para qué sirven las leyes?

Todos estábamos asustados, pero logré sobreponerme al miedo y dije:

--Para que haya orden en la sociedad.

--¡No!— gritó el profesor.

--Las leyes se hicieron para cumplirlas—dijo con voz trémula una compañera de clase.

--¡No!-- volvió a rugir el profesor.

--Para que los delincuentes paguen por sus fechorías—dijo otro de mis compañeros.

--¡Tampoco, tampoco!—expresó el profesor con molestia-- ¿Será que nadie sabe responder esa pregunta?

--Las leyes sirven para que haya justicia—dijo tímidamente una chica.

--¡Por fin!—exclamó el profesor--. Eso es, para que haya justicia, muy bien. ¿Y para qué sirve la justicia?

Todos los estudiantes nos sentíamos molestos por su actitud déspota y grosera. Sin embargo, nadie protestaba. Uno de mis compañeros levantó una mano.

--Para salvaguardar los derechos humanos.

--¿Y para qué más?—indagó el profesor.

--Para discriminar lo malo de lo bueno—dijo otra estudiante--. Para premiar a quienes hacen el bien.

--No está mal, pero quiero algo más concreto—dijo el profesor--. Díganme ¿actué correctamente al expulsar a Juan Carlos?

El aula se quedó en silencio.

--¡Quiero que respondan a mi pregunta!—ordenó el profesor.

--¡No!—contestamos a coro.

--¿Les parece que cometí una injusticia?

--Sí—respondimos todos a la vez.

--¿Y por qué no dijeron nada?—preguntó el profesor-- ¿Para qué queremos leyes y regulaciones si no disponemos de la valentía para hacerlas cumplir? Cada uno de ustedes tiene la obligación de actuar contra las injusticias. Todos tiene esa obligación y ese deber. ¡No vuelvan a quedarse callados nunca más ante algo mal hecho!

Después se viró hacia mí y me dijo:

--Vete a buscar a Juan Carlos. Está en la rectoría.

Camino de la rectoría me di cuenta de que el profesor nos había dado una magistral clase de enseñanza activa.

En la noche, mientras cenaba con mis padres y conversábamos sobre mi futuro, miré fijamente a mi padre y le dije: “Hoy he aprendido algo muy valioso: que cuando no defendemos nuestros derechos y callamos ante la injusticia perdemos la dignidad y que la dignidad no es negociable”.

Por un nuevo anticastrismo.Alejandro Armengol, Miami .


Por un nuevo anticastrismo

Un anticastrismo que entiende lo ocurrido en la Isla como un proceso con razones y causas, pero que ha desembocado en un destino falso


No es que el exilio de Miami ha dejado de ser anticastrista, sino que el anticastrismo ha cambiado de forma. En buena medida ha echado a un lado el ser vocinglero y pueril. Reducido a grupos cada vez más debilitados en números e ideas, el perseguir músicos, y regodearse en la nostalgia de una Cuba anterior a 1959.

El nuevo anticastrismo incorpora los valores culturales de esa época y tira por la borda la exaltación pueblerina de un país plagado de pobreza, corrupción y asesinatos. Condena a la dictadura de Fulgencio Batista pero con más fuerza aún al régimen de Castro, aunque no se pierde en comparaciones destinadas a desvirtuar ese sendero de caminos que se bifurcan que es la historia del país. Entiende lo ocurrido en la Isla en más de medio siglo como un proceso con razones y causas, que llegó a transformarse en un destino espurio por la ambición de unos cuantos y los errores y las indecisiones de muchos.

Durante décadas se ha otorgado validez histórica y política a los planteamientos de un grupo cuya única representatividad en la situación cubana actual emana del control férreo del poder y los mecanismos represivos. Quizá para algunos con ello sea suficiente, pero hay poco mérito en esa banda de aprovechados que ni siquiera han intentado desarrollar una nación sobre cadenas, y simplemente la han explotado al capricho y la conveniencia del momento.

Tampoco en la actualidad queda mucho mérito que reconocer cuando se habla del “exilio histórico”, en cuanto a vigencia política. La imagen de éste ha sido secuestrada por una serie de arribistas que adaptan a su beneficio cualquier actitud frente al régimen de La Habana. Líderes que en ocasiones se han aliado o han simpatizado con las peores dictaduras militares latinoamericanas, así como con corruptos al estilo de Alberto Fujimori, Arnoldo Alemán y Carlos Menem, para citar algunos ejemplos; partidarios de un totalitarismo de derecha para el futuro de Cuba.

La falsa división entre el “yo estaba aquí y tú acabas de llegar” esconde también la existencia de organizaciones, líderes exiliados y puntos de vista que no responden al estereotipo de una comunidad intransigente e ignorante, fácil de manipular por demagogos del micrófono.

El nuevo anticastrismo admite el diálogo con Cuba, que no es sinónimo de complicidad con La Habana. Reniega de farsantes y está en contra de legisladores que no lo representan en Estados Unidos. No quiere agitadores en Washington sino hombres y mujeres capaces que se preocupen por sus distritos respectivos, sean Miami o Nueva Jersey o cualquier otro. Rechaza la demagogia porque la conoce demasiado. Está a favor de la cordura y la simpatía; rechaza los discursos altisonantes de cualquier orilla. No quiere una vuelta al pasado. Apuesta por el futuro.

Queremos creer que el régimen de La Habana agoniza presa de su inmovilismo. No es así. Sin embargo, el proyecto revolucionario está agotado. La diferencia no es sutil sino real. Desaparecidos los hermanos Castro, Cuba iniciará una nueva etapa. No volverá la vista atrás, mirando por encima de casi cinco décadas y borrando tantas huellas. Cualquier proyección sobre el futuro de la Isla debe hacerse desde el presente. No intentando un regreso a los años cincuenta.

La nostalgia sirvió por un tiempo para enriquecer a unos cuantos en Miami. No tiene sentido como programa de gobierno. El régimen castrista no es un paréntesis en la historia de la nación, un apéndice que se puede eliminar sin el menor rastro. ¿Quiénes de los tantos que repiten a diario su discurso estéril en la radio exiliada conocen la realidad cubana? El ejercicio de desconsuelo —el intento de vender el pasado bajo una forma de futuro— solo ha logrado edificar altares de ignorancia y fabricar líderes de pacotilla.

Igualar la falta de vigencia del modelo imperante en la Isla con la proyección que mantuvo primero Fidel Castro, y ahora Raúl, de constituirse en símbolos vivientes de la resistencia contra el “imperialismo yanqui” es caer en el viejo error del anticastrismo de café de esquina. El fin de ambos hermanos no será el desplome inmediato del sistema imperante, aunque especialmente la muerte de Fidel Castro significará el fin de la época en que un régimen ha fundamentado su permanencia en la “legitimidad de origen” obtenida por el triunfo frente a la dictadura de Batista.

No hay que igualar un fin con un comienzo. En el exilio se ha confundido un efecto con una causa, y en vez de analizar las razones que explican la estabilidad del gobierno cubano, hay una apuesta, al desnudo o más o menos encubierta, de cifrar las esperanzas —mejor sería decir sus ilusiones— en la muerte de Fidel Castro.

Nada mejor para los intereses de La Habana que este desenfoque. A fin de cuentas, se trata de una jugada estratégica que ha rendido sus frutos, pero a la cual, involuntariamente o no, hemos colaborado todos

"CARTA ABIERTA DE UN JOVEN QUE SE HA IDO"

Carta de un joven que se ha ido


Estimado Rafael Hernández,

He leído con mucho interés su “Carta a un joven que se va”. Me he sentido aludido, porque hace dos años me marché de Cuba, tengo 28 años y vivo en Pomorie, una ciudad balneario situada en el este de Bulgaria. La razón por la que le escribo es para intentar explicarle mi postura como joven cubano emigrado. Sin solemnidades ni verdades absolutas, porque si algo me ha enseñado dejar mi país, es descubrir que esas verdades no existen.

Puede que algunos de los que nos hemos marchado en los últimos años (somos miles) tengan claro el momento en que decidieron hacerlo. Yo no. Lo mío fue progresivo, casi sin darme cuenta. Empezaría con ese recurso tan cubano que es la queja. Por nimiedades, tal vez. Por lo que no hay, por lo que no llega, por lo que pasa, por lo que no pasa, por no saber. O no poder. La queja no es grave, lo grave es que se cronifique como una enfermedad cuando nada parece resolverse. Y uno puede aceptar que eso es así, y es tu país para lo bueno y para lo malo, o pasar a la siguiente categoría, que es la frustración. O sea, descubrir que la solución a la mayoría de los problemas no está en tus manos. O no te permiten hacerlo. O aún más triste: no parece importar.

Abandonar o permanecer en tu país es una decisión muy personal que nunca debe juzgarse en términos morales. Yo elegí este camino porque quería un futuro diferente al que veía en Cuba, y salí a buscarlo consciente de que podía salir mal, pero quise correr ese riesgo. No voy a mentirle diciendo que fue doloroso. No lloré en el aeropuerto. Todo lo contrario, me alegré. Le digo más, me liberé.

Tiene usted razón cuando dice que mi generación carece de esos lazos emocionales que generan experiencias como Playa Girón, la Crisis de Octubre o la guerra de Angola. Pero no se equivoque, yo también he tenido mis epopeyas. A lo mejor no tan épicas, pero sí igual de demoledoras. En estos veintidós años que menciona, he visto degradarse el país por el tanto lucharon mis padres. He visto marchar a mis maestros de primaria y secundaria. He visto a familias discutir por el derecho a comerse un pan. He visto el malecón lleno de gente nerviosa gritando contra el gobierno, y gente aún más nerviosa gritando a su favor. He visto a jóvenes construyendo balsas para huir quién sabe a dónde, y a una turba lanzando mierda de gato contra la casa de un “traidor”. Incluso, Rafael, he visto a un perro comiéndose a otro perro en la esquina habanera de 27 y F. Y también he visto a mi padre, que sí estuvo en Angola, con el rostro pálido, sin respuestas, el día que un custodio de hotel le dijo que no podía seguir caminando por una playa de Jibacoa (frente al camping internacional) por ser cubano . Yo estaba con él. Yo lo vi. Tenía diez años, y un niño de diez años no olvida cómo la dignidad de su padre se va a la mierda. Aunque haya vuelto de una guerra con tres medallas.

Me habla usted de las conquistas sociales de la Revolución. De la educación y la medicina. Voy a hablarle de mi educación. Tuve buenos maestros, y cuando se marcharon fueron sustituidos por otros menos preparados que, a su vez, fueron reemplazados por trabajadores sociales que escribían experiencia con S y eran incapaces de señalar en un mapa cinco capitales de Latinonamérica (esto no me lo contaron, lo viví) Mis padres tuvieron que contratar maestros privados para que yo aprendiera de verdad. No lo pagaban ellos sino una tía mía radicada en Toronto. De modo que si somos honestos, buena parte de la formación que tengo se la debo a los clientes del restaurante griego donde trabajaba mi tía. Pero hay más. En tiempos de mi hermana mayor era extremadamente raro que un alumno sacara una nota de cien. En mi época el cien se volvió algo común, no porque los alumnos fuésemos más brillantes sino porque los profesores bajaron sus exigencias para maquillar el fracaso escolar. ¿Y sabe una cosa? Yo tuve suerte, porque los que venían detrás de mí en vez de maestros tuvieron un televisor.

De la medicina poco tengo que decirle porque usted vive en Cuba. Y salvo el hecho de mantenerse la gratuidad, cosas que admito sigue siendo meritoria, el estado de los hospitales, la precariedad de unos médicos mal pagados y la creciente corrupción empujan cada vez más al sistema de salud hacia ese tercer mundo del que tanto hizo por alejarse. Y lo cierto es que, hoy en día, un cubano que maneje divisas tiene más posibilidades de recibir un tratamiento mejor (haciendo regalos o incluso pagando) que uno que no lo tenga, aunque sea de forma ilegal. Y aunque la constitución diga otra cosa. Por triste que resulte admitirlo, Rafael, la educación y la medicina de la que disponen los cubanos de hoy es peor que la que disfrutaron mis padres.

Usted dice que el país hace un gran esfuerzo, que existe un embargo. Y yo le respondo que también existe un gobierno que lleva cincuenta años tomando decisiones en nombre de todos los cubanos. Y si estamos en el punto en el que estamos, lo más sano es que admitiera que no ha sabido, o no ha podido, o no ha querido hacer las cosas de otra forma. Por la razones que sea. Porque el fracaso también está cargado de razones. Y en vez de atrincherarse con sus figuras históricas en el Consejo de Estado, debería dar paso a los que vienen detrás. Rafael, es muy frustrante para un joven de mi edad ver que en Cuba llevamos 50 años sin que se produzca un relevo generacional porque el gobierno no lo ha permitido. Y no hablo de que me den el poder a mí, que tengo 28 años. Hablo de los cubanos que tienen 40, 50 o incluso 60 años y no han tenido nunca la posibilidad de decidir. Porque las personas que hoy en día tienen esas edades y ocupan puestos de responsabilidad en Cuba no han sido formados para tomar decisiones, sino para aprobarlas. No son dirigentes, son funcionarios. Y ahí incluyo desde ministros hasta los delegados de la asamblea nacional. Son parte de un sistema vertical que no da margen para que ejerzan la autonomía que les corresponde. Todo se consulta. Y contrario a lo que dice el refrán: en vez de pedir perdón, todos prefieren pedir permiso.

Dice usted que en mi país se puede votar y ser elegido para cargos desde los 16 años. Y que la presencia de jóvenes delegados ha bajado desde los años 80 hasta ahora. Incluso me advierte que si seguimos marchándonos, habrá menos jóvenes votando y por tanto menos elegibles. Y yo le pregunto: ¿De qué sirve mi voto? ¿Qué puedo yo cambiar? ¿Qué han hecho los delegados de la asamblea nacional para que me interese por ellos? Seamos sinceros, Rafael, y creo que usted lo es en su carta, así que yo también quiero serlo en la mía, ambos sabemos que la asamblea nacional, tal y como está concebida, solo sirve para aprobar leyes por unanimidad. Resulta paradójico llamarle asamblea a una institución que se reúne una semana al año. Tres o cuatro días en verano y tres o cuatro días en diciembre. Y en esos días se limita a aprobar los mandatos del Consejo de Estado y de su Presidente, que es quien decide lo que se hace o no se hace en el país. Lamentablemente, yo no puedo votar a ese presidente. Y no sabe cuánto me gustaría hacerlo.

Hace unos días escuché a Ricardo Alarcón confesarle a un periodista español que él no cree en la democracia occidental “porque los ciudadanos solo son libres el día que votan, el resto del tiempo los partidos hacen lo que quieren...” Aunque fuera así, que no lo es (al menos no siempre, y no en todas las democracias), estaría reconociendo que desde que yo nací, en 1984, los electores en Estados Unidos, por ejemplo, ha tenido siete días de libertad (uno cada cuatro años) para cambiar a su presidente. Algunas veces lo han hecho para bien, y otras para mal. Pero esa es otra historia. Un joven de New Jersey que tenga mi edad ya ha tenido dos días de libertad para, por ejemplo, echar a los republicanos de Bush y nombrar a Obama. Los cubanos no hemos podido tomar una decisión así desde 1948 (no incluyo las elecciones de Batista, por supuesto). Y si usted me dice que la capacidad de nombrar a un presidente no es relevante para un país yo le digo que sí lo es. Y más para un joven que necesita sentir que se le toma en cuenta. Aunque solo sea por un día.

Usted probablemente piensa que los que nos marchamos elegimos el camino más fácil, que lo duro es quedarse a resolver los problemas. Pero le tengo que decir que mis abuelos y mis padres se quedaron en Cuba para pelearse con esos problemas. Renunciaron a muchas cosas por la Revolución y hasta se jugaron la vida por ella. Para darme un país avanzado, equitativo, progresista. Y el que me han dado es uno en el que la gente celebra poder comprar un carro y vender su casa como si fuera una conquista. Pero eso no es una conquista, es recuperar un derecho que ya teníamos antes de la Revolución. ¿A eso hemos llegado? ¿A celebrar como un éxito algo tan básico? ¿Cuántas otras cosas básicas habremos perdido en estos años? Para mis padres es doloroso asumir ese fracaso, y no lo quieren para mí. No quieren que con 55 años tenga un sueldo que no me alcance para vivir, ni el sueldo ni la libreta. Porque no alcanza. Y no quieren que para sobrevivir acuda al mercado negro, a la corrupción, a la doble moral, a fingir. Prefieren que esté lejos. A los 28 años yo me he convertido en la seguridad social de mis padres, ¿O cómo cree que sobreviven dos personas con 650 pesos? Sí, Rafael, hemos tenido que irnos cientos de miles de cubanos para que nuestro país no quiebre. Lo que Cuba ingresa de nuestras remesas es superior, en valor neto, a casi todas sus exportaciones. Eso sí, el país ha perdido juventud y talento, y en vez de abrir un debate realista sobre cómo parar esa sangría, sigue anclado a un inmovilismo ideológico que no es otra cosa que miedo al futuro. ¿Y qué hago yo en un país cuyos gobernantes le tienen miedo al futuro...? ¿Esperar a que se mueran...? ¿Esperar a que cambien las leyes por generosidad y no por convicción? ¿Qué hago yo en un país que sigue premiando la incondicionalidad política por encima del talento? ¿A qué puedo aspirar si no basta con lo que soy y lo que hago...? ¿A convertirme un cínico? ¿O me anima usted a que dé la cara y diga lo que pienso? Algunos jóvenes de mi generación ya lo han hecho, ¿Y dónde están? Recordemos a Eliécer Ávila, un estudiante de la Universidad de Oriente que tuvo la valentía de preguntarle a Ricardo Alarcón por qué los jóvenes cubanos no podíamos viajar como cualquier otro, y fue represaliado por el sistema. Él no tuvo la culpa de que allí hubiera un cámara de la BBC , ni de la respuesta ridícula que dio Alarcón (aquella barbaridad de que el cielo se llenaría de aviones que chocarían entre ellos) Hoy Eliécer vive marginado por razones políticas. Y no es un terrorista ni un mercenario ni un apátrida, es un joven humilde, mulato, universitario, que cometió el error de ser honesto. Que triste hacer una revolución para terminar condenando a alguien por ser honesto. ¿Para eso quiere usted que me quede, Rafael?

Dejar tu país y tu familia no es un camino fácil. Ni la solución a nada, solo es un principio. Te vas a otra cultura, tienes que aprender otro idioma, pasas momentos muy malos. Te sientes solo. Pero al menos tienes el alivio de saber que con esfuerzo puedes conseguir cosas. Mi primer invierno en Bulgaria fue muy duro, conseguí trabajo como transportista y pasé cuatro meses subiendo y bajando lavadoras para ahorrar dinero y poder viajar a Turquía. Una ilusión que tenía desde niño. Y viajé. No tuve que pedir un permiso de salida ni mi avión chocó con ninguno. Pude cumplir el sueño de Eliécer. Y me alegro de haberlo hecho. He conocido otras realidades, he podido comparar. He descubierto que el mundo es infinitamente imperfecto, y que los cubanos no somos el centro de nada. Se nos admira por algunas cosas igual que se nos aborrece por otras. También he descubierto que irme no ha cambiado mis convicciones de izquierda. Porque lo de Cuba no es izquierda, Rafael. Póngale usted el nombre que quiera, pero no es izquierda. Yo estoy de parte de aquellos que buscan el progreso social con igualdad de oportunidades y sin exclusiones. Pienses como pienses. Sin sectarismo ni trincheras. Porque eso solo sirve para enfrentar a la sociedad y sustituir verdades por dogmas.

Por último, Rafael, la casualidad quiso que terminara en un país que también estuvo gobernado por un partido y una ideología única. Aquí no hubo revolución de terciopelo como en Checoslovaquia, ni derribaron un muro como en Berlín ni fusilaron un presidente como en Rumania. Aquí, como en Cuba, la gente no conocía a sus disidentes. Aquí no había fisuras, y sin embargo, en una semana pasaron de ser un estado socialista a una república parlamentaria. Y nadie protestó. Nadie se quejó. No puedo evitar preguntarme, ¿Acaso pasaron 40 años fingiendo? Desde entonces no han tenido un camino de rosas, han enfrentado varias crisis, incluso la población ha llegado a vivir con peor calidad de la que tenía en los años 80, pero curiosamente, la inmensa mayoría de búlgaros no quiere volver atrás. Y eso que el socialismo que dejaron ellos era bastante más próspero que el que hoy tenemos los cubanos. Pero en este país no piensan en el pasado, piensan en el presente. En mejorar la economía, en resolver las desigualdades (que las hay, como en Cuba), en combatir la doble moral, los personalismos y la corrupción que generó el estado durante décadas.

El día que ese presente importe en Cuba, no tenga duda, nos veremos en La Habana.

Ivan López Monreal

Pomorie, Bulgaria.

10 de agosto del 2012

 
 
 

Archives