En el mundo de hoy la Toyota inunda los medios con testimonios y anuncios después del “pedalgate.”
En el mundo de hoy la Asemblea de la China Popular considera sus opciones para que el gigante de internet Google no retire su presencia del país más grande del Asia.
En este mundo, el portavoz de los hermanos Castro, Bruno Rodríguez después de que el mundo ha oído partes del calvario de Orlando Zapata Tamayo alega que el mártir cubano no era lo que todos pensamos que es, la ültima víctima de la dictadura más larga de las Americas. Y en vez de encarar la crisis por donde navega, tercamente se aferra a a la teoria del “los mercenarios del imperalismo.”
Hay que darse cuenta que Cuba desde hace más de 50 años ha estado pretendiendo ser una república, del latín res y publicum es decir que pertenece a todos, siendo una isla sitiada, encarcelada, una especie de fuedo de uno o del otro. De donde haya que salir "deportado" cuando te dan la libertdad porque ese aire no se puede respirar en la cuba de los Castro.
En el mundo que se vive en la isla de Cuba es muy difícil definir la palabra derecho al punto de hacerla desaparecer, eso es que no existe. ¿Qué derechos puede haber entre las partes si solamente hay una parte, la oficial? El derecho (de las reglas que operan acerca de las partes de una nación) por definición, no puede existir donde solamente hay una parte. Derecho implica más de una parte en todas las dimensiones de la palabra.
Y mientras la Toyota sale del los problemas mecánicos que la aquejan y los Chinos dan señales de que pueden avanzar en el diálogo y el entendimiento por la presión de otro gigante, la Cuba de los hermanos Castro persiste en un pasado fatal, aferrada a un discurso que nos recuerda al ministro de información de Sadam Husein en los últimos días de marzo de 2003, cuando ya las tropas yanquis estaban en el aeropuerto de la capital, todavía el personaje que más tarde la prensa denominó “el cómico Alí” argumentaba que la guardia revolucionaria tenía bajo control la situación.
El desplome de la cúpula de los Castro no va a ser ni remotamente escalonado. Prepárense para el despelote, el desplome y el choque.
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