viernes, 19 de marzo de 2010
(foto del autor)
Ya sé, dirán que es una campaña más, pero no me canso de arrimar cualquier vestigio de civilización a los míos, estoy completamente seguro que en un puñado de años este escrito será prehistoria para la generación de mis
hijos y comprenderán lo desesperados que estábamos sus padres en el entonces socialismo tropical.
Hace un par de días me llegaron intactos, por el correo ordinario, tres libros: dos novelas que perseguía hace tiempo y un librito de ensayos que es una joyita.
Cuando se me acercó el cartero con los tres bultitos pensé que era una broma de la “Gestapo criolla”, una bomba-correspondencia que los muchachotes de Villa M. habían preparado para mí. Pero me equivoqué de plano y paranoia aparte decidí abrirlos.
Desde Alemania Raquel me envió “Tiempos líquidos”, de Sygmunt Bauman; el manzanillero Horacio Pesquera me dejó caer desde Madrid la novela “La Casa del silencio”, de Orhan Pamuk y y Miguelito, desde ese Manhatan que se ha
robado para él solo me regaló “El salón del ciego”, conteniendo la prosa limpia del bueno de Carlos Victoria.
Y yo creo que sí, que ha sido eso, una victoria. Estos tres ejemplares tienen la peculiaridad de ser libros usados por sus primeros dueños, o comprados en una especial rebaja de verano y olvidados en un rincón de casa, pero sus remitentes saben que un devorador implacable los va a
degustar en Cuba y los va a pasar a sus congéneres como si fueran el elixir de la eterna juventud.
Me los enviaron por el correo ordinario, pero dicen que existen CubaPaks, DHL y otros, que aunque más caros, son seguros, pero no importa, a los que ya me han preguntado, no se detengan: envíen revistas literarias, libros usados que no caben ya en la habitación o ediciones de bolsillo, o esos que alguien trajo del avión. Por ahora llegan. Aprovechen y envíenlo a los bloguer’s o a sus amigos, háganlo como se envía el agua en tiempo de
desastres naturales o la bendición cuando el condenado a muerte se ha internado en el túnel oscuro del no regreso a la luz, como es esta isla con tantos remilgos contra los libros y la información.
Pídanle las direcciones a los bloguer’s y periodistas independientes, esta es la mía:
Calle 20, No. 1303, entre 13 y 15. San Germán, Holguín. Cuba. CP 82800.
"Un Libro para un Bloguer Cubano"Publicado por Luis Felipe Rojas en su Blog "Cruzar Las Alambradas"
Publicado por Unknown en 2:43
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