"NUESTROS MAMBISES INFORMAN DESDE LA HABANA.REINICIAN VELADAS CIUDADANAS.Por Jose Alberto Alvares Bravo.(PI)

jueves, 16 de junio de 2011



El martes 14 de mayo de 2011, entre las 6:00 y las 8:00 pm, se realizó con éxito una Velada Ciudadana en la céntrica intersección de las avenidas 31 y 41, en Marianao.
Las Veladas Ciudadanas son reuniones de disidentes en espacios públicos. La primera Velada se realizó el 9 de mayo de 2011, en la intersección de las calles G y 9, en El Vedado, con la participación de once opositores pacíficos; la segunda, al día siguiente, solo contó con cinco participantes, culminando con el secuestro de dos de ellos por parte de la policía política. A la tercera, a celebrarse el 11 de mayo, asistirían doce opositores, pero un aparatoso despliegue de la seguridad del Estado frustró el evento, siendo secuestrados nueve de ellos. A partir del 12 y hasta el 19 de mayo, permaneció bajo estado de sitio la vivienda de quien redacta estas líneas, promotor de esta iniciativa, siendo objeto de cuatro secuestros en once días.
En la Velada Ciudadana, a la que medios de prensa del exilio cubano llaman “sentada”, los disidentes participan solo en el carácter de ciudadanos que luchan, pacíficamente, por cambiar la realidad de Cuba hacia un estado de derecho. Esto explica nuestra renuencia a convertirlos en actividades opositoras en el sentido tradicional, dejando sin argumento a las autoridades castristas para reprimirlas violentamente.
A poco más de un mes de haber sido advertidos por la policía política de que no permitirían nuestras Veladas, la realizada el 14 de mayo en Las 4 Curvas se constituyó en un desafío a las arbitrarias pretensiones del gobierno cubano de conculcarnos nuestros derechos.
Los primeros en llegar al lugar nos encontramos con la presencia de un nutrido dispositivo de agentes de la seguridad del Estado, reforzado por tres autos patrulleros de la Policía Nacional Revolucionaria y varios piquetes de las Brigadas de Respuesta Rápida.
Después de dos horas de tensión, los participantes nos retiramos hacia nuestros domicilios sin ningún incidente, estableciéndose una especie de armisticio entre dos bandos irreconciliables: los revolucionarios que luchamos por un cambio sustancial para nuestro país, y los reaccionarios que disponen de todos los recursos para sostener en el poder a quienes desde hace más de medio siglo se comportan como dueños de Cuba, en nombre de una supuesta Revolución que desde hace mucho ya no puede ocultar su carácter de entelequia.
Este tipo de activismo, que no reconoce liderazgos, ni antigüedades o veteranías, y solo ensalza la disposición de entrega de los participantes a la causa de cambiar a Cuba, está recibiendo un entusiástico apoyo en distintas regiones del país. Otra de las características de esta iniciativa es que no busca el aplauso de la comunidad exiliada, ni el reconocimiento de las legaciones extranjeras acreditadas en la isla, razón que explica la ausencia de declaraciones altisonantes ni fotos propagandísticas; este activismo solo está orientado hacia el interior de la sociedad civil, pero no da avales para el programa de refugiados, ni deberá convertirse en tribuna de quienes apetezcan notoriedad o inmortalidad. El total respeto a la libertad individual y la igualdad entre todos los participantes, son nuestro mayor desvelo.
Educar a la sociedad civil para vivir en la Cuba plural y civilista que sobrevendrá a la caída del castrismo, es nuestro máximo empeño. En función de éste, pregonamos la condición común de simples servidores de nuestra causa, sin perniciosos protagonismos ni estériles pugnas partidistas.
Cuba, como la soñó Martí: con todos, y para el bien de todos.

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